Un recorrido en hora pico y charlas con diferentes usuarios me hacen pensar que el Tuzobús bien puede pintarse de rosa.
Me explico: ayer decidí subir al Tuzobús a las 13:45 horas para ver cómo funcionaba en una hora de muchos usuarios. El trayecto de avenida Juárez a la plaza Bicentenario fue rápido y con muchos pasajeros, pero sin grandes aglomeraciones. Bajé en la plaza Bicentenario para hacer el trayecto de regreso y me encontré con una estación repleta de estudiantes, madres de familia con hijos pequeños y señoras que seguramente iban a su casa. Debo decir que para todos subir al Tuzobús fue un problema.
Entiendo que era hora pico, y que el servicio era gratuito, pero me quedó claro que a ciertas horas se hace crisis pese a que las unidades pasaron con mucha frecuencia. Quien esto escribe no llevaba mucha prisa, pero había mamás con hijos pequeños, o señoras que mostraban signos de cansancio.
Por eso la idea de un Tuzobús Rosa, es decir, que en las horas de mayor tránsito de pasajeros se establezcan unidades exclusivas para mujeres, incluyendo niños pequeños. Estas unidades podrían alternarse en la ruta denominada Paradora, aquellas que se detienen en cada estación. Bien identificadas, podrían ser una alternativa para garantizar un viaje en mejores condiciones para mujeres, sobre todo cuando entrar y subir a una unidad es un verdadero problema.
No es, por supuesto, una idea nueva. En el Metro de la Ciudad de México existen vagones dedicados a las mujeres para las horas pico. En este caso se pueden habilitar unidades completas en ciertos horarios.
Sigo pensando que el Tuzobús es una buena opción para la ciudad. Todas las mejoras son bienvenidas.