Borrar los recuerdos traumáticos con xenón.
Las personas que sufren el trastorno de estrés postraumático (TEPT) pueden estar atormentadas por recuerdos de algo terrible, los cuales reaparecen una y otra vez. No hay ningún acuerdo amplio con respecto a la forma de tratar fácil y rápidamente este síndrome, y algunas pruebas indican que los medicamentos aprobados actualmente para tratarlo (Zoloft y Paxil, por ejemplo) tratan únicamente los síntomas del TEPT y no su causa fundamental.
Un nuevo estudio publicado en PLOS ONE demuestra que el xenón, un gas noble que se usa como anestésico en los seres humanos, puede afectar el proceso en el que los recuerdos traumáticos son recodificados, o el miedo que los acompaña, afirma Edward Meloni, profesor adjunto de psiquiatría de la Universidad de Harvard en el Hospital McLean en Belmont, Massachusetts, y uno de los coautores del estudio. Los resultados indican que este gas podría ser utilizado como una herramienta para ayudar a las personas que sufren TEPT, declaró a Newsweek.
Cuando una persona recuerda un evento, a menudo experimenta algunas de las mismas emociones que sintió en ese momento, como el miedo. Durante un breve momento después de la experiencia, es posible modificar o añadir elementos al recuerdo, en un proceso denominado reconsolidación. La teoría es que el xenón impide que un recuerdo sea recodificado, lo que podría permitir que dicho recuerdo, o su significado emocional, empiecen a desaparecer.
En este estudio reciente, coescrito por Meloni, los investigadores reprodujeron un tono musical antes de dar una pequeña descarga eléctrica a varias ratas; los animales aprendieron a sentir temor cuando escuchaban el sonido. Pero cuando esas ratas inhalaron aire con 25 % de xenón durante una hora después de escuchar el sonido, sintieron menos temor del sonido cuando fue reproducido de nuevo, en comparación con las ratas que no entraron en contacto con el gas. Los autores afirman que el estudio muestra que el gas de xenón interfiere con la recodificación del “recuerdo que provoca temor o del componente emocional del mismo.”
Para tratar el TEPT, el gas xenón sería administrado, por ejemplo a soldados, después de recuperar un recuerdo traumático en el consultorio de un psiquiatra, para dificultar la reconsolidación y, de esta forma, contribuir a atenuar ese recuerdo o el dolor asociado a él.
Los investigadores descubrieron que en los ratones, el gas funciona al interferir con un receptor cerebral denominado receptor de NMDA, que, según se piensa, participa en el proceso de reconsolidación. Hay razones para pensar que el xenón funcionaría de forma semejante en los seres humanos, afirma Wendy Suzuki, neurocientífica de la Universidad de Nueva York, quien no participó en el estudio. Los investigadores planean evaluar el efecto del xenón en la reconsolidación de recuerdos en las personas en el lapso de un año, aunque todavía no en pacientes con TEPT.