Borrar información de internet atenta contra la libertad de expresión y el derecho a obtener datos.
Fuera de Europa no es posible eliminar la información virtual que pudiera violar los derechos de los ciudadanos o dañar su reputación, como decidió en mayo de este año el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que determinó que buscadores como Google y Yahoo tienen la obligación de borrar de sus resultados de búsqueda aquellos que sean negativos de cualquier persona o empresa.
Los creadores de la enciclopedia en línea Wikipedia han calificado la sentencia europea que ampara el derecho al olvido en la red como una forma de “censura que deja agujeros en la memoria” colectiva; argumentan que conocer la historia es un derecho humano y acusan al tribunal europeo de haber descuidado su responsabilidad de proteger uno de los derechos universales más importantes: el de buscar, recibir y transmitir información.
Mal decidido porque borrar información atenta contra la libertad de expresión y el derecho a obtener datos, además de que censura internet. Bien decidido porque, en caso de que los contenidos sean imprecisos o difamatorios, seguirían ahí sin importar su falsedad.
Aun así, el hecho de borrar contenido no es motivo suficiente para que las personas olviden, ya que no está claro todavía dónde inicia el derecho al olvido de una persona y dónde inicia el derecho a la libertad de expresión de cualquier otra, y como si no existes en Google no eres nadie, cuando apareces estás expuesto a que se disperse, además de tu información, tus documentos oficiales y datos personales.
No hay que confundir; el que un buscador borre un enlace no quiere decir que la información desaparezca, porque otros buscadores o redes sociales como Twitter o Facebook podrían haber difundido y almacenado los datos. Además hay que aclarar que borrar la información no es una decisión de Google, debe haber un juicio de por medio basado en las leyes y las reglas de cada país. En el caso de México, los derechos para la protección de datos están establecidos en la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de Particulares.
Gracias a esta ley, los usuarios de internet tienen derecho a pedir que su información sea borrada. Pero para que Google u otro medio digital eliminen cualquier contenido se debe establecer un juicio contra la fuente que generó la información, de tal forma que, si la noticia se difundió por varios medios, es necesario entablar un juicio con cada uno de los generadores de la información.
Lo que Google ni ningún otro buscador o red social hace es verificar que los contenidos mostrados reflejen la realidad o la calidad de la información al momento de subirlos a sus páginas. Solo contenidos con pornografía infantil son bloqueados y eliminados de inmediato como parte de sus políticas.
Por su parte, los medios de comunicación defienden la libertad de expresión ante todo, pero reproducen indiscriminadamente contenidos de la web con una gran falta de rigor periodístico que abre la puerta a otro debate.
Por ahora la realidad es una: no es posible borrar el pasado. Pero ¿es justo que el pasado, en ocasiones lejano y ajeno a nuestro día a día, defina nuestro presente?… ¿Ustedes qué creen?
Pablo Reinah es periodista mexicano, premio nacional de periodismo 2001. Actualmente colabora en el canal de televisión de internet UNO TV como reportero y conductor. @PabloReinah