Personajes de la filantropía en México, e instituciones de ayuda a la comunidad, fueron reconocidos por su labor en busca de ofrecer mejores condiciones de vida para amplios sectores de la sociedad.
En estos tiempos en que la población mexicana se ha volcado a los centros de acopio con la esperanza de dar ayuda a los damnificados por los huracanes Íngrid y Manuel, dos personajes de la filantropía nacional, y tres asociaciones civiles recibieron un reconocimiento a una labor de años a favor de los más necesitados de México.
Lejos de los reflectores enfocados sobre la tragedia de las inundaciones en varios estados del país, quienes forman parte de Compartir Fundación Social, una institución para la asistencia pública, celebraron el esfuerzo de Julieta Lombrera Olivera de Bacmeister, de Alberto Núñez Esteva, y de las organizaciones Centro Educativo Domus, Servicios a la Juventud, y El Proyecto Hambre, a quienes premió por realizar una “labor ejemplar en favor de los demás a partir del ámbito institucional, y a las organizaciones sin fines de lucro que se han destacado por sus acciones en beneficio de los más necesitados”.
“Es un orgullo y un honor poder reconocerlos y constatar, a través de todo lo que emprenden y realizan, que la sociedad civil organizada sigue creciendo y fortaleciéndose cada vez más, que está en movimiento y que no parará hasta hacer de México un país más fértil y productivo, más grande y generoso”, dijo a los galardonados la presidenta del patronato de Compartir, Lucía de Robina de Barroso, quien presidió la ceremonia de reconocimiento la tarde del pasado 24 de septiembre en un teatro de la ciudad de México y ante un millar de invitados que atestiguaron el acto.
Julieta Lombrera Olivera de Bacmeister, la primera en recibir su galardón, fue distinguida con el Premio al Voluntario por una larga trayectoria personal en beneficio de la sociedad. Doña Julieta inició en 1965 su labor como voluntaria en la Cruz Roja Mexicana, la cual mantuvo durante 30 años hasta que se incorporó al voluntariado de la asociación civil Casa de la Amistad para Niños con Cáncer, donde mantiene un trabajo de hasta 12 horas semanales a favor de esa institución.
Otro de los galardonados, don Alberto Núñez Esteva, recibió el Premio al Líder Social como un reconocimiento al esfuerzo de casi toda su vida a impulsar acciones de la sociedad civil para un México mejor. Núñez Esteva, catedrático por 25 años en la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, combinó su trabajo con actividades a favor de los demás hasta su jubilación en 1995, cuando se dedicó de lleno a participar en labores de desarrollo y responsabilidad social de los empresarios, apoyo al campo mexicano y, más recientemente, a su trabajo en la Fundación Merced, Fundación del Empresariado de México, y Sociedad en Movimiento, esta última dedicada a la promoción del voto razonado, el respeto a los derechos de los indígenas y el fortalecimiento de las instituciones y la democracia.
Las instituciones que también fueron reconocidas son Centro Educativo Domus (Premio a la Institución en Asistencia Social), que desde hace 30 años trabaja programas de desarrollo de programas de atención integral para autistas y sus familia; Servicios a la Juventud (Premio a la Institución en Educación), un organismo nacido en 1985 que ayuda a jóvenes de escasos recursos de entre 13 y 29 años a formarse y a ejercer plenamente sus derechos; y El Proyecto Hambre (Premio a la Institución en Desarrollo Comunitario), una asociación civil fundada en México en 1983 y que tiene como su meta erradicar el hambre en ese país “mediante el ataque frontal y profundo a la causas estructurales de la pobreza”.
La ceremonia fue encabezada por Manuel Arango, fundador de Compartir, la señora Lucía de Robina de Barroso, presidenta del patronato, y la señora Marta Fernández Castelló de De Teresa, presidenta del Voluntariado de la Fundación, así como por Rogerio Casas Alatriste, presidente de la Junta de Asistencia Privada del Distrito Federal.
Se contó con la presencia de Felipe Dondé de Teresa, vocal del Patronato de la Fundación Rafael Dondé, la cual es patrocinadora del Premio a la Institución en Educación; de Pablo Ibarra Rodríguez, director ejecutivo de banca corporativa de J.P. Morgan, que a través de la Fundación J.P. Morgan, Asociación Civil, apadrinó el Premio a la Institución en Desarrollo Comunitario.
También formó parte del presídium la señora Mercedes Aragonés y Ruipérez, presidenta del Consejo Directivo del Centro Mexicano para la Filantropía.