Al tiempo que Enrique Peña Nieto rendía protesta como el sexagésimo sexto presidente de México en el interior del Congreso, fuera manifestantes se enfrentaban con la Policía en un acto de condena por el regreso del Partido Revolucionario Institucional al poder, el cual gobernó el país durante 70 años.
La victoria del nuevo mandatario mexicano fue motivo de un descontento generalizado desde meses antes de que el hecho se consumara en la Cámara Baja, entre un sector de la población que rotundamente se declaró en contra de que el actual mandatario ocupara el cargo.
La comunidad universitaria se destacó en la expresión de desacuerdo a través de la creación del movimiento estudiantil 132.Con los ánimos encendidos, desde entonces no causó sorpresa que las inmediaciones del Congreso se convirtieran en un escenario de choques entre los manifestantes y la Policía, pero sí desconcertó el que ocurrieran de una forma tan violenta; gas lacrimógeno, bombas molotov y piedras volaron de extremo a extremo dejando como saldo decenas de heridos y el daño a numerosos bienes de la nación.—Helena LozanoFotografía de Pedro Pardo—AFP