La tecnología promete soluciones, pero impone estándares que cada vez alejan más a las personas de un descanso real. Ahora hay que medir, calificar y comparar nuestro sueño.
La tecnología promete soluciones, pero impone estándares que cada vez alejan más a las personas de un descanso real. Ahora hay que medir, calificar y comparar nuestro sueño.