“Es un personaje que no tiene nada. Aun así, encontró una forma de luchar”.
Nacida en Georgia, educada en Juilliard, nominada para el Premio Tony, Danielle Brooks dejó el teatro en 2013 para grabar dos episodios de Orange Is the New Black, la serie de Jenji Kohan. Se convirtió rápidamente en un empleo fijo, al interpretar a Tasha “Taystee” Jefferson, la favorita de los fans de la serie. Después de la anarquía febril de los motines carcelarios de la Temporada 5, las damas de la Penitenciaría Litchfield se enfrentaron con la dura realidad en la Temporada 6; ahora, desde una prisión de máxima seguridad, se declaran culpables frenéticamente para evitar sentencias prolongadas. La culpa la tiene principalmente Taystee, que consideró la rebelión como una oportunidad para exigir justicia cuando un guardia mató a su mejor amiga, Poussey (interpretada por Samira Wiley, compañera de clases de Brooks en Juilliard). Sin embargo, a pesar de que su juicio se convierte en una causa apoyada por el movimiento Black Lives Matter, la generalmente optimista y resistente Taystee, ahora confinada a una celda aislada, no cree que un jurado pueda tener compasión por alguien como ella, un producto del sistema. “Su vida simplemente ha sido devastadoramente difícil”, dice Brooks a Newsweek. “Hay muchas personas como Taystee, que verdaderamente viven eso un día sí y el otro también”.
—¿Cuál es tu reacción a la forma en que termina la Temporada 6 para Taystee?
—Jenji no es ningún embustero. La verdad del asunto es que es muy poco probable que alguien en la situación de Taystee obtenga las mejores cartas en el juego. Lo que me sorprendió más fue que las personas en las que creía tener más apoyo fueron las que le dieron la espalda. Me partió el corazón verlo.
—¿Por qué crees que ella se ha convertido en una inspiración tan grande para los fanáticos?
—Las personas siempre buscan razones para mantener la esperanza y la fe, especialmente ahora en Estados Unidos, con la presidencia actual y todas las políticas idiotas que se emiten sin ton ni son y que quitan derechos a las mujeres, a la comunidad LGBTTTI, a las personas de raza negra, a los pobres. Este es un personaje que no tiene nada. Aun así, encontró una forma de luchar.
—¿El hecho de trabajar en el programa te hizo ser más políticamente activa?
—Sin duda. El propósito de Orange Is the New Black fue dar voz a aquellos que no la tienen, que son demasiado cobardes para hablar o que alguien los ha callado. Poder hacer que mi voz resuene por ellos es un hermoso regalo con el que el programa nos ha bendecido a todos.
—¿Qué te gustaría ver para Taystee en la Temporada 7?
—¡Primero, que se mantenga con vida! Y que su espíritu permanezca vivo.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek
PIE:
ILUSTRACIÓN: BRITT SPENCER