Al menos ocho hombres acusaron a Ravi Karkara, un alto funcionario de ONU Mujeres, de utilizar su prestigio para acosarlos sexualmente y, a 13 meses de la denuncia, no se han presentado cargos contra el funcionario, reveló una investigación publicada por Newsweek esta semana.
Sobre Karkara, asesor principal de la ex directora ejecutiva adjunta de la Entidad para la Igualdad y el Empoderamiento de las Mujeres de las Organización de las Naciones Unidas –conocida como ONU Mujeres– pesan señalamientos de haber tocado los genitales de subordinados, enviar pornografía y crear un ambiente de insinuación sexual, utilizando su posición y sus accesos como una palanca para iniciar encuentros sexuales.
Su nombre se mantuvo oculto desde que la ONU informó de una investigación por mala conducta sexual en diciembre del 2017 hasta que Mandy Sanghera y Kerry Gibson, activistas internacionales de derechos humanos y ganadoras de la iniciativa Planeta 50-50 impulsada por organismo, contaron al medio acerca del caso.
De acuerdo con Newsweek, Gibson y una presunta víctima presentaron las quejas que iniciaron la investigación, mientras que Sanghera se enteró de las supuestas agresiones de Karkara a través de un exfuncionario del organismo internacional y lo confirmó con varias presuntas víctimas. Dos personas conocimiento de la investigación también la identidad.
Steve Lee, activista político que trabajó con Karkara y que afirma haber sido su víctima, contó al medio que cuando empezó a trabajar de cerca con ONU Mujeres y el grupo de trabajo que copresidió, lo hizo sentir al mismo tiempo agradecido e incómodo. Después empezaron los hostigamientos e insinuaciones sexuales.
Aashish Khullar, ex socio organizador del Grupo Mayor de las Naciones Unidas para la Infancia y la Juventud, dijo al medio que habló personalmente con “siete u ocho” hombres jóvenes que informaron niveles variables de conducta sexual inapropiada por parte de Karkara.
Fuentes cercanas al funcionario dijeron a The Guardian que no fue un caso aislado, pues sabían que abusó de su posición de poder para aprovecharse de los jóvenes que temían hablar en contra de la organización a la que aspiraban ser parte.
Sin embargo, a 13 meses de que se denunció, aún no hay una resolución, y el panorama no es alentador. Karkara trabajó en ONU Mujeres bajo Lakshmi Puri, quien fue nombrada por el ex secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, en marzo de 2011. Su esposo, Hardeep Singh Puri, es un alto funcionario del gobierno de la India y asesor principal del Primer Ministro indio Narendra Modi.
Cuatro personas cercanas a la investigación que fueron entrevistadas por Newsweek dijeron que percibían que Karkara era casi intocable debido a su estrecha relación con los Puris, y que las presuntas víctimas guardaron silencio porque temían represalias. Un portavoz de la ONU dijo que la renuncia de Puri en enero de 2018 no estaba relacionada con la investigación de mala conducta sexual y tenía que ver con apoyar la carrera política de su marido en la India.
Tras la publicación, ONU Mujeres envió un mensaje a la publicación en el que afirma que la organización “continúa asegurándose de que el caso se investigue a fondo y reciba la prioridad que merece. Reconocemos la gravedad con la que deben tratarse estos casos y tomamos las acusaciones muy en serio en cada etapa”.
“Poner fin a todas las formas de violencia sexual y basada en el género es el núcleo de la misión de las Mujeres de los Estados Unidos”, añadió e informó que la Oficina de Auditoría e Investigación (OSI) está a punto de concluir y que continúan “pidiendo la finalización rápida del proceso de investigación”.
El proceso disciplinario, explicó el comunicado, incluye cobrar al sujeto, rescindir el contrato y, si corresponde, imponer una sanción. Sin embargo, no dio mayores detalles de cuándo concluiría.