Con su reciente fusión con Interacciones, Banorte se ha convertido en el segundo banco más vigoroso de México. El siguiente paso, revela Marcos Ramírez, director general del grupo financiero, es convertirse en el propulsor del desarrollo regional.
”Dos mexicanos se unen para hacer un México más fuerte”, expresó Carlos Hank González, presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero Banorte, el pasado viernes 13 de julio tras el anuncio de la fusión de esta institución financiera con Grupo Financiero Interacciones.
Luego de que ambos consorcios obtuvieron de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público las autorizaciones necesarias para llevar a cabo la fusión de los grupos financieros y de sus subsidiarias (bancos, casas de bolsa, operadoras de fondos y aseguradoras), la unificación se concretó y, en consecuencia, se conformó el segundo grupo financiero del país por nivel de activos, cartera y depósitos.
En el momento de la fusión, el 93 por ciento de la cartera de crédito total de Interacciones tenía como fuente primaria o secundaria de pago los recursos provenientes del gobierno federal por proyectos de infraestructura básica. De tal forma, esta operación permitirá complementar su experiencia enfocada en estados y municipios con la capacidad de financiamiento de mayor escala de Banorte.
En entrevista con Newsweek en Español, Marcos Ramírez Miguel, director general de Grupo Financiero Banorte, manifiesta que México se encuentra en el lugar 14 a escala mundial en términos de PIB y en el lugar 62 en infraestructura, lo que evidencia un rezago importante en términos de desarrollo regional y obras de impacto social.
Es decir, el país necesita más escuelas, hospitales, caminos, plantas de tratamiento de agua y plantas de energía, “y el modelo único de especialización de Interacciones y la escala de Banorte permitirán al grupo convertirse en el motor de la infraestructura y desarrollo regional que tanto se requiere”.
—Marcos, ¿cuál es la historia detrás de la fusión Banorte-Interacciones?
—Cuando existían 18 bancos en el sistema financiero Banorte era el 17, pero fue empezando a crecer y lo logró por medio de sus dos vías, la orgánica y la inorgánica, comprando varios bancos. Esta institución está conformada por varias fusiones, en el ADN de Banorte siempre ha estado buscar oportunidades y ver qué sigue. Con Interacciones vimos mucho valor desde hace mucho tiempo, pero no se había dado la oportunidad, y todo vino a raíz de los estudios que hicieron unos analistas, con los que concluimos que tenía sentido hacer la operación. Entonces empezamos a tener reuniones con nuestros inversionistas, a platicarles las bondades de la operación, y fue aprobada.
—¿Qué significado tiene esta fusión en el interior de Banorte?
—La fusión tiene mucho sentido porque este grupo ha crecido muy bien, está muy sano, es muy joven, es como un adolescente con ganas de seguir creciendo y haciendo cosas. Por ejemplo, estamos entusiasmados con muchos proyectos que traemos a la vez, el más grande se llama 20/20, con el cual para el año 2020 hicimos muchas métricas sobre a dónde queremos llegar, y vamos en tiempo en todas ellas, incluso vamos un poco delante de la ola, y ahora se nos presentó esta oportunidad de fusión, que es para infraestructura sobre todo subnacional.
“Esa especialidad en infraestructura no la tenía Banorte, carecíamos de esa parte de subestructura en los estados y municipios, lo cual es algo que exactamente necesita México. La fusión con Interacciones nos va a permitir llevar a los municipios alcantarillado, escuelas, museos, luz eléctrica y toda la infraestructura que se necesita. Nosotros no teníamos esa experiencia, pero ahora tendremos un área nueva en infraestructura y desarrollo. Eso, a la vez, abre el abanico, y a todos los clientes de Interacciones les vamos a ofrecer los productos de Banorte, y a los que son clientes de Banorte les vamos a ofrecer el producto de infraestructura, y se hace una fertilización cruzada entre las dos entidades. Nos irá muy bien, estoy seguro”.
—¿Qué relevancia reviste esta fusión en términos de capacidad financiera? Quedan como el segundo banco en México…
—Sí, mucha gente lo ha dicho, cosa que sí es cierto, y qué bueno porque al final de cuentas los productos de escala hacen que todo te salga un poco más barato cuando llegas con cierto nivel de estabilidad, pero no es nuestra obsesión. Nuestra obsesión, y siempre lo vamos a reiterar, es ser los mejores, no los más grandes. Si como consecuencia de ser los mejores es posible seguir creciendo, sí, pero es como consecuencia, no como objetivo. México es muy competitivo, en otros sectores hay dos o tres grandes, pero en cuestión financiera hay 51 bancos compitiendo y son muy buenos, pero les tenemos respeto, no miedo. El país es muy grande y da para todos.
—¿En términos de infraestructura cuál es el compromiso de este grupo?
—El compromiso es acompañar a México en todo lo que tiene que ver con infraestructura nacional y subnacional y que vamos a ser los mejores. Al final de cuentas lo van a notar nuestros clientes directos, que son los municipios y los estados, y los indirectos, que es la gran sociedad mexicana. Nos comprometemos a que van a notar el cambio al paso de los años.
—¿Independientemente de los nuevos tiempos políticos?
—No tiene nada que ver. Este banco tiene 120 años, y siempre ha tenido anécdotas; ahorita se juntaron (la fusión con Interacciones y el cambio de gobierno en México) estas dos, pero qué bueno porque también estos nuevos tiempos políticos son de mucha infraestructura y de hacer despegar al país.
—Frente a este panorama, ¿qué desafíos serán los principales de esta fusión?
—Hacerla con el mejor gobierno corporativo, con la mayor rapidez que podamos y con el mayor profesionalismo. Nosotros siempre tenemos lo que llamamos un tripié: los clientes, los inversionistas y los colaboradores. Los clientes van a salir ganando porque a la larga van a tener más productos y más baratos; los inversionistas, con estas economías de escala, tendrán mayor rendimiento sobre su inversión; y respecto a nuestros colaboradores estamos obsesionados con tener a los mejores del país y los más contentos. Eso tarda años en permear, pero ese es nuestro tripié.