El actor invita a que, a partir del 2 de julio, los mexicanos sigamos construyendo una ciudadanía activa, crítica y respetuosa de la diferencia y que tome parte de compromisos que nos beneficien a todos.
EL SEXENIO de Enrique Peña Nieto está por concluir. En siete días los mexicanos acudirán a las urnas para decidir quién será el próximo presidente. Pero el deber democrático como ciudadanos no termina cuando se deposita el voto en la urna; ese es solo un paso.
Gane quien gane el 1 de julio, apunta el actor mexicano Diego Luna, la tarea de los ciudadanos será hallar los puntos de coincidencia, dejar de lado las confrontaciones, la violencia y “entender qué vamos a hacer para habitar este país”.
Las confrontaciones y descalificaciones entre candidatos y partidos durante la campaña electoral se normalizaron a tal grado de que se metieron en la casa y afectaron a las familias y sus relaciones. “Sí, tengo distintos puntos de vista con gente muy cercana y a mí… pero en el fondo todos queremos un cambio, todos tenemos que meter las manos para que eso suceda”, sostiene.
En su opinión, los ciudadanos debemos “reconstruir el país a partir de la ciudadanía” y juntos poner el ejemplo “de qué tipo de gobernantes queremos, cuáles queremos que sean sus prioridades; pero no vamos a poder exigir esto hasta que no sean las nuestras”, dice en una charla con Newsweek en Español.
Para Luna una cosa es segura: México está tocando fondo y sus ciudadanos no quieren seguir en la misma situación, con niveles de violencia que rompen récords cada mes desde que se tienen registros. Tan solo mayo se convirtió en el mes con mayor número de asesinatos del que haya registro: 93 homicidios diarios, casi cuatro víctimas por hora, según cifras del gobierno mexicano.
“Yo no conozco a nadie que me diga: ‘Ay, yo quiero más de esto’, ‘ay, yo quiero seguir así’, ‘sí, esto está a todo dar’. Los niveles de violencia con los que estamos viviendo hoy son inaguantables”.
Por ello lamenta el desprecio de la clase gobernante a la ciudadanía. “Vivimos seis años con una administración que no nos escuchó, con un cinismo brutal que decidió ignorarnos y yo ya no quiero estar ahí, yo ya no quiero vivir esa realidad, creo que, digo, yo no conozco a nadie”, añade el también director de cintas como Mr. Pig y César Chávez.
Ante la necesidad de crear conciencia en la población surge El Día Después, una iniciativa ciudadana que no tiene afiliación con ningún partido político y “que invita a la sociedad mexicana a actuar con empatía durante el proceso electoral. En especial, a partir del 2 de julio, que es cuando comienza el reto de adaptarnos a una nueva realidad y conciliar nuestras diferencias”, se indica en la página web eldíadespues.mx Ahí se hace una invitación para que cualquiera que “comparta el mensaje y visión de un México menos violento, donde todos tengamos lugar y seamos partícipes de la democracia” suscriba esta inicitava que circula en las redes sociales y que, al cierre de esta edición, ya sumaba más de 25,000 firmas de apoyo.
Diego Luna encabeza esta propuesta que suscriben, además, los directores Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu, Alfonso Cuarón, el actor Gael García Bernal y las cantantes Julieta Venegas, Lila Downs, Natalia Lafourcade, entre otros. La iniciativa invita a la sociedad mexicana a dejar de lado las confrontaciones. “Se trata de empezar a ejercer nuestra ciudadanía y que dejemos de pensar que la democracia es salir a votar cada seis años”.
El Día Después se acompaña de un manifiesto que se denomina “12 compromisos ciudadanos para el siglo 21”. Entre estos se encuentran temas como la paz y la tolerancia, la inclusión de grupos vulnerables y la igualdad de género y ejerce una actitud crítica hacia los gobernantes y cero tolerancia ante la corrupción. También destaca la pobreza como una forma de violencia, el respeto a la orientación sexual e identidad de género, la solidaridad con los migrantes, el respeto al medioambiente y, temas ausentes en los recientes debates de los candidatos presidenciales como el apoyo a la educación, la cultura y las artes.
La libertad de expresión también es parte del manifiesto e invita a todos los ciudadanos a defender este derecho en un país donde, solo en este sexenio, se batió la marca de ataques a la prensa y los medios de comunicación con 1,986 agresiones y 41 asesinatos de periodistas.
Esta es la conversación que Diego Luna sostuvo con Newsweek en Español.
-¿Tienes ganas de votar? ¿Saldrás a votar contento?
-Sí, tengo muchas ganas de votar y tengo muchas ganas de contagiar a otros ciudadanos y que vivamos una elección que sea histórica en cuanto a participación. Me encantaría que les mandáramos un mensaje clarísimo a los políticos: que nos vamos a involucrar, que no pueden seguir ignorándonos.
“Hoy los ciudadanos tenemos herramientas maravillosas que estamos desperdiciando: una son las redes sociales —que se han vuelto ese patíbulo de violencia y que estamos desperdiciando porque es una herramienta maravillosa para conectarnos, para reflexionar, para escuchar otros puntos de vista y enriquecer el nuestro—. Otro son los medios de comunicación. Hoy el periodismo está sufriendo en este país, hoy México se ha vuelto un país muy difícil para el periodismo libre. Somos los ciudadanos los que tenemos que salir a defender ese derecho a la información, a la pluralidad en la información, a escuchar una vez más distintos puntos de vista que nos enriquezcan.
“Como ciudadanos tenemos mucho que exigir, mucho quehacer que no tiene que ver con nuestras preferencias electorales. Si vamos a votar por uno o por otro igual nos necesitamos, este nivel de violencia no arregla a nadie”.
-Más allá de quien gane, ¿qué nos toca hacer como ciudadanos a partir del 2 de julio?
-Primero que nada, exigirle a nuestros gobernantes cuentas claras, honestidad, trabajo. No importa quién gane, va a gobernar para todos. Nadie va a gobernar nada más para los que votaron por él, en ese momento se vuelve nuestro presidente. Quien gane va a necesitar de una ciudadanía que le exija, que lo critique o que festeje lo que haya que festejar; de una ciudadanía activa, crítica y respetuosa.
-¿Qué más podemos hacer nosotros?
-Pues empezar a enmendar esta fractura que hemos alimentado al dejar de hacer; empezar a buscar puentes con los que hoy no nos hablan. Un país donde no pensamos igual debería que tener un lugar para todos y, bueno, trabajar en eso.
“(Debemos) informarnos, defender nuestros derechos. La frase que más me gusta es: cuando votemos, acordémonos de que está bien votar por quien uno quiera, pero pensemos en los demás, pensemos que esa acción va a tener un efecto en la vida de otros, pensemos en ellos, tratemos de pensar en esos Méxicos que hemos decidido votar.”
-¿Cómo repensamos a este país y cómo trabajamos para eliminar el racismo, clasismo y la discriminación? ¿A quién le toca trabajarlo?
-Nos toca a todos, esos temas son una parte fundamental, por eso este llamado es de ciudadanos. Una cosa es la indiferencia, pero otra cosa es la indiferencia de la que sí participamos: el racismo, clasismo, y en general la desigualdad que hemos aceptado en nuestra sociedad, en esta sociedad de privilegios, eso sí nos corresponde a nosotros.
-En cuanto a la crítica, ¿cómo la ejercemos hacia nuestros gobernantes? ¿Hay espacios para hacerlo?
-Estamos construyendo un espacio para convertirse en un foro que sea escuchado y sean abiertos muchos espacios ciudadanos; he apoyado algunos de ellos, he apoyado iniciativas ciudadanas que organizan distintas asociaciones, organizaciones que de repente se juntan porque encuentran coincidencias internas, encuentran la fortaleza en esa unión y esos son grandes ejemplos de lo que podemos hacer.
-Ciencia, tecnología y artes, los grandes ausentes en la agenda de los debates con los candidatos. ¿Por qué debemos tenerlos presentes?
-Podemos echarle la culpa a los gobernantes y decir: “No está en su agenda”. (Pero también) podemos tratar de imponerles una agenda que nos represente y represente a nuestras agrupaciones. De eso se trata ser ciudadano y sí hay canales. Uno, claro, es la votación, pero después hay que abrirlos, hay que encontrarlos. Hay que manifestarse, hay que tener una voz, hay que estar presentes, hay que salir a encontrar quién piensa como tú. Ese ya es un primer paso.