Por: Natalia Lópe
Puebla, Pue. Puebla es el cuarto estado que paga peores salarios a sus trabajadores, con un promedio de tres mil 500 pesos mensuales, que para jóvenes es de dos mil700.
De 2005 a 2017 el salario en Puebla perdió cerca de 100 pesos y la precariedad laboral ha aumentado del 71 al 75 por ciento de la población ocupada; cifra que se incrementa al 80 por ciento en la población joven, dio a conocer Miguel Reyes Hernández, coordinador interinstitucional del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana.
En la presentación del informe anual del observatorio en la Ibero Puebla, aseveró que el salario mínimo debiera ser de 359 pesos diarios para que una familia, que en promedio es de cuatro personas, pueda comer todos los días; lo que no alcanza ni con cuatro salarios mínimos actuales, que rondan los 352 pesos.
Aseveró que el salario mínimo de 88 pesos diarios es un salario de pobreza que no es digno ni suficiente.
Esa condición se especifica en el artículo 123 de la Constitución, por lo que el salario actual no cumple para ello debiera ser de 630 pesos diarios, cifra necesaria para alcanzar el nivel de bienestar contempla servicios como educación, vivienda, vestido y salud.
El especialista aseveró que estos salarios sólo alimentan la pobreza de manera permanente y sostenida, prueba de ello es que los programas asistenciales a lo largo de los años no han sido exitosos.
Miguel Reyes reconoció que los salarios no pueden aumentar de un día para otro, pues sería un fuerte golpe para la pequeña y mediana empresa; por lo que deben establecerse medidas y condiciones que permitan incrementar el salario a una cifra digna.
El estudio abarca el periodo 2005 a 2017, mostrando que la situación de pobreza y de precariedad laboral no ha disminuido, al contrario ha incrementado.
“En 2005 había un partido en la Presidencia y 2017 otro y no ha cambiado nada”, dijo.
Esta situación afecta sobre todo a los jóvenes pues al entrar al mercado laboral, el empleador tiene el poder de imponer condiciones.
Señaló que dos de cada tres jóvenes no cuentan con seguridad social al entrar a trabajar, cifra que para la población adulta es del 57 por ciento.
Reyes Hernández resaltó también que para el 52.4 por ciento de la población de 15 años y más, la jornada laboral es de más de ocho horas, lo que viola la Ley Federal del Trabajo.
A su vez, el 52.4 por ciento no tenía contrato en 2005, cifra que es del 51 por ciento para 2017; lo que precariza aún más su condición. Cerca del 60 por ciento de la población está en precariedad laboral, que alcanza el 66.5 por ciento en el caso de los jóvenes.