Donald Trump materializó dos de sus principales propuestas al firmar el mismo número de órdenes ejecutivas que dan inicio a la construcción de un muro fronterizo entre México y Estados Unidos y a la bloqueo de los inmigrantes indocumentados que buscan llegar a la Unión Americana. Sin embargo, las medidas adoptados por el presidente estadounidense han sido señaladas como inhumanas e innecesarias.
Maureen Meyer, coordinadora Principal del Programa de México y Derechos de Migrantes de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), una organización líder en investigación e incidencia que promueve los derechos humanos en las Américas, indicó en entrevista con Newsweek en Español “que el tema del muro es una política inhumana muy preocupante a nivel de qué imagen proyecta un país como Estados Unidos, que es un país de migrantes”.
“No es la forma de tratar a un país vecino y a la población mexicana ni a la latina en Estados Unidos. Creo que los decretos enfocados en el tema de endurecer la política migratoria dentro de Estados Unidos van a dañar familias de migrantes en Estados Unidos”, opinó.
Foto: Cuartoscuro
Expandir el muro fronterizo sería costoso e ineficaz, señala la organización. La valla entre México y Estados Unidos ya es una realidad a lo largo de más de mil kilómetros, aunque aún se carece de esta barrera en 2119 kilómetros del territorio que divide a ambos países.
No obstante, las partes que quedan sin murro se encuentran en terrenos accidentados e inhóspitos, donde la construcción de una barrera no sólo sería poco práctica, sino también costosa, refiere WOLA. Ejemplifica que tan sólo construir 664 kilómetros de muro costaría 11,370 millones de dólares, según una reciente estimación de la US Customs and Border Protection.
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Este monto se sumaría a los más de 25 millones de dólares que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ya gasta anualmente para reparar las vallas existentes y los caminos fronterizos.
“El tema del muro es muy caro y es innecesario. Ya existen 700 millas de muro entre Estados Unidos y México, y si el problema que se quiere atender es el tema de las drogas, el flujo de las drogas es en las puertas de entrada no en el desierto de Arizona y Texas”, indicó Meyer.
Migración y deportación
Para ella, tanto el muro como el endurecimiento de las políticas migratorias van justamente en contra de los valores de Estados Unidos como una nación de migrantes.
En ese sentido, WOLA da cuenta de cómo el número de inmigrantes indocumentados aprehendidos en la frontera entre Estados Unidos y México está cerca de su nivel más bajo desde principios de los años setenta.
Si bien, el número total de llegadas aumentó ligeramente en el año fiscal 2016, tendencia que continuó en los dos primeros meses del año fiscal 2017, esto se debe al aumento de las llegadas de niños y familias no acompañados, principalmente de Centroamérica, quienes en su escape de la violencia de sus países de origen no buscan evadir la captura, por el contrario buscan a las autoridades de seguridad fronteriza de los Estados Unidos y piden protección.
Con los decretos firmados hoy, Trump ha prometido deportar a los inmigrantes indocumentados con antecedentes penales, describiéndolos como “pandilleros, traficantes de drogas”. A la par, su administración tiene a las llamadas “ciudades santuario” como Washington, Nueva York y Los Ángeles en su mira.
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Para Meyer, es preocupante que en ese tema en donde han habido muchos avances en cómo priorizar a un migrante en Estados Unidos que podría ser deportado se tengan regresiones que que dividan a familias.
“Este tipo criminalizar o cambiar el enfoque de quienes podrían ser deportados podría tener un daño enorme en familias binacionales, en familias que tienen estatus mixto de migración, y obviamente no son personas que representen algún peligro a la sociedad de Estados Unidos”, dijo en entrevista.
Para la Coordinadora Principal del Programa de México y Derechos de Migrantes de WOLA, Trump ha querido criminalizar a los migrantes. “Es una tendencia de este gobierno de criminalizar a los migrantes, la cual no refleja la realidad y que hace mucho daño tanto a la población migrante indocumentada, pero también a los documentados. La imagen que presentan de la comunidad latina es muy dañina”.
¿Qué pasará con el DACA?
Con respecto al plan llamado “Acción Diferida para los Llegados en la Infancia” (DACA, en inglés), la integrante de WOLA dijo que “el problema es que se ha comprobado que Trump es muy impredecible. DACA es una de las políticas que podría estar sujeta a cambiar, entre decir no renovar los que ya tienen DACA o revertirlo totalmente”.
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El mecanismo DACA fue adoptado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama y permitía regularizar la situación de inmigrantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos como menores de edad y traídos por sus padres. Se estima que más de 740,000 personas regularizaron su situación mediante el mecanismo. Sin embargo, los padres de esos inmigrantes permanecieron en situación irregular.
A fines de 2014 Obama firmó otro decreto que permitía extender el beneficio de DACA a los padres de personas que ya habían regularizado la situación, para evitar la división de familias por la deportación.
