“¿Qué fue el boom latinoamericano?, no lo sé, yo creo que nadie lo sabe con certeza, pero ya no existe. Yo soy en cierta forma el último sobreviviente de lo que se llama el boom. Me toca el triste privilegio de tener que apagar la luz y cerrar la puerta”, dijo Mario Vargas Llosa durante su participación en la FIL Guadalajara.
Durante la conferencia “Panorama actual de la literatura Latinoamericana”, el Nobel de Literatura de 80 años, se consideró el último sobreviviente del movimiento literario surgido entre los años 60 y 70.
Ese movimiento, dijo, tuvo como uno de los grandes méritos rescatar -incluso de la muerte- a extraordinarios ensayistas, poetas y narradores “asfixiados en un mundo local” que no habían visto trascender las fronteras de sus obras.
El boom de la literatura, según Vargas Llosa contribuyó a unir América Latina con sus novelas, que sus propios autores desconocían de país a país.
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Durante su participación en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, considerado el foro editorial más importante de Iberoamérica, habló de los escritores como Juan Rulfo, Julio Cortázar, Octavio Paz, Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez, que al igual que él formaron parte del movimiento literario.
Resaltó el mérito que merecen este grupo de escritores latinos que lograron reconocimiento y respeto en los países de Europa, que con sus obras trascendieron fronteras.
“Hoy día el mundo de América Latina es un mundo integrado, incluso por su lengua, se trata de una comunidad lingüística y cultural, lo cual es un privilegio”, mencionó.
En la edición 30 de la FIL, el escritor peruano dijo que la literatura “es la contribución que aporta al progreso de la humanidad, nos presenta un mundo mejor del que vivimos, así como las consecuencias de las acciones humanas, descubrimos lo pobre que es el mundo en que vivimos”.
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“No es casualidad que todas las dictaduras hayan visto en la literatura un peligro y establecían la censura”.
Vargas Llosa, que celebró sus 80 años de vida en la Feria fue elogiado por Raúl Padilla, presidente de la FIL, quien dijo que el escritor es un gran reportero de la realidad y la lleva a sus textos, construye grandes catedrales narrativas con gran compromiso con el público.
