Molly Pawlett, una adolescente británica de 14 años casi muere en abril pasado después de usar un tampón durante diez horas debido al síndrome de shock tóxico. Supo que había cometido un error cuando se despertó y no se sentía bien.
Una erupción comenzó a extenderse sobre su cuerpo, su madre actuó rápido, le dijo que se quitara el tamón y la llevó a un hospital. Molly empezaba a desvanecerse, desencadenando la sepsis, que ataca cuando una infección provoca una respuesta inmune violenta en la que el cuerpo ataca sus propios órganos.
El síndrome de shock tóxico se trata de un trastorno grave pero poco frecuente que se puede originar por dos tipos de bacterias estafilococos. La rápida atención con la que contó Molly le salvó la vida y logró recuperarse en su casa. Pero no todos los casos han tenido resultados optimistas, hay otros en los que las chicas han perdido partes de su cuerpo por infecciones o han muerto por la misma causa.
Las confusiones a veces son inevitables, las instrucciones en las cajas de tampones dicen: use por ocho horas. Todavía no se ha determinado dónde se originó esa línea de tiempo, pero los médicos y especialistas advierten que usar un tampón durante más de ocho horas aumenta el riesgo del síndrome de shock tóxico [TSS, por sus siglas en inglés] debido al estafilococo dorado.
El choque tóxico debido al estafilococo menstrual sigue siendo una “afección rara”, según especialistas. Implica fiebre, erupciones cutáneas, presión baja y otros males potencialmente graves (digestivos, musculares, renales…)
“Cámbiense el tampón entre cada cuatro y ocho horas y eviten llevarlo durante la noche; utilicen el tampón solo durante una parte del día”, escribieron especialistas en un estudio publicado por la agencia Salud Pública Francia.
Así, se recomienda utilizar “por ejemplo toallas sanitarias durante la noche y tampones durante el día”.
La agencia analizó cinco casos ocurridos en 2013 y 2016 en Francia. Las pacientes, de entre 12 y 21 años, tuvieron que ser “hospitalizadas en reanimación”, precisaron los autores del estudio.
“La investigación evidenció una mala utilización de estos tampones”, agregaron en el estudio retomado por la agencia de noticias AFP.
Cuatro de ellas habían llevado tampones durante más de ocho horas la noche y una de ellas incluso antes del inicio de la regla. “El lavado de manos antes y después de la introducción del tampón era variable según los casos”.
Las bacterias estafilococos son las culpables del TSS. Aunque pueden vivir inofensivamente en la piel, la nariz y la boca, se vuelven peligrosos cuando penetran en el cuerpo más profundo a través de heridas y daños en el tejido de la piel.