La firma italiana de moda, Golden Goose, ha lanzado una colección de lujo de tenis nuevos pero rotos y con apariencia de viejos o usados, a un precio increíble de entre 600 y hasta 2,000 dólares en los modelos más exclusivos.
La marca se reconoce enseguida, no sólo por la apariencia de tenis a punto de ser depositados en el cesto de basura, sino por su estrella en la lengüeta y el discreto logotipo dorado.
El modelo “Superstar”, incluido en la nueva línea limitada de snickers, se vende sucio, con rozaduras e incluso cinta adhesiva para sujetar la suela, a un precio de 2,085 dólares. La colección está inspirada en la horma de las bambas skater y de elaboración artesanal Made in Italy, y los tenis llevan tachuelas y glitter de adorno.
Esta compañía originaria de Venecia fue fundada en 2000 por el matrimonio Alessandro Gallo y Francesca Rinaldo, al momento se encuentra en pleno crecimiento gracias a esta nueva línea que asegura reflejar la vida en grandes ciudades como California, Nueva York o Tokio.
Sin embargo, no es la única que ha tomado el concepto como trampolín para el crecimiento de su marca. Balmain del diseñador Christopher Decarnin, mostró una tendencia del estilo “grunge”, usado por personalidades de la música como Kurt Cobain de Nirvana y Kate Moss en los años 90. Las camisetas vendidas por la firma estaban llenas de agujeros y llegaron hasta un precio al público de 1,138 dólares, a la fecha la prenda se encuentra agotada.
Otras marcas más populares como Vans y Converse también sacaron a la venta su edición especial de tenis gastados en 2014, a un precio de 500 y 310 dólares respectivamente.
Lo exorbitante de los precios en estos casos, se debe a que para lograr que una prenda posea dicho aspecto requiere de procesos textiles más caros que los de ropa común. Por ejemplo, los jeans rotos y deslavados requieren de una técnica muy costosa, en ocasiones perjudicial para la salud de los trabajadores en las fábricas.