Asumir un alto nivel moral tuvo un precio para Netflix. La compañía perdió 39 millones de dólares por cortar los lazos con el presunto depredador sexual Kevin Spacey, confirmó Newsweek.
El director financiero David Wells anunció el castigo millonario, perjudicó un cuarto trimestre para el servicio de transmisión, que incluía un récord de 8 millones de suscriptores nuevos a pesar de un aumento en los precios.
Wells explicó que el cargo fue por un contenido del que “decidimos no seguir adelante”.
Un representante de Netflix confirmó a Newsweek que la pérdida provino de los proyectos de Kevin Spacey.
El Financial Times fue el primero en reportar las noticias este martes.
Poco después de que el actor de Rent Anthony Rapp acusó a Spacey de comportamiento sexual predatorio, Netflix cortó todos los lazos con su estrella de House of Cards.
Poco después de que el escándalo de Spacey, Netflix anunció que la sexta temporada del programa sería la última.
La compañía de transmisión también eliminó a Gore, una película biográfica sobre el escritor Gore Vidal protagonizada por Spacey que estaba en posproducción.
La película, dirigida por Michael Hoffman, se basó en la biografía de Jay Parini de 2015 Empire of Self: A Life of Gore Vidal, rodada principalmente en Italia.
House of Cards fue uno de los primeros grandes éxitos de Netflix con contenido original, que dio el servicio de transmisión buenas crítica y decenas de nuevos suscriptores.
Pero lo que una vez fue una posesión preciada se convirtió en una carga. Después de las acusaciones iniciales de Rapp, más y más empleados de House of Cards se presentaron, describiendo cómo la estrella creó un ambiente de trabajo “tóxico”.
Un exasistente de producción acusó a Spacey de haberlo agredido sexualmente mientras estaba en el set. La agencia de noticias Associated Press dijo que Spacey bajó las manos por los pantalones del asistente mientras conducía al actor al set. Cuando le dijo a un supervisor del incidente, se le ordenó que evitara estar solo con Spacey.
Otros que trabajaron en el programa dijeron que Spacey los acosaba de forma rutinaria. En medio de las crecientes acusaciones, la empresa se vio forzada a terminar su relación de trabajo con su estrella.
La semana pasada, un guardia de seguridad que trabajó con Spacey en el set de House of Cards se sumó al escándalo, diciendo que el actor discriminó abiertamente a su equipo de seguridad afrodescendiente, usando insultos raciales y negándose a estrechar sus manos.
Spacey no ha respondido a las últimas acusaciones.
—
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek