Los países occidentales deberían respetar las “líneas rojas” de Moscú, advirtió Sergey Lavrov, ministro ruso del exterior, cuando criticó las “acciones para castigar a Rusia por cualquier medio posible”.
Lavrov dijo el domingo que la “Rusiafobia” de Occidente “no tiene precedentes”, y es peor ahora que durante los períodos de mayor tensión en la Guerra Fría. “Nunca vimos esto durante la Guerra Fría”, dijo Lavrov, quien visitó las oficinas centrales de Naciones Unidas en la Ciudad de Nueva York apenas la semana pasada, al periódico ruso Kommersant.
El 29 de enero, el Departamento del Tesoro de EE UU hará público un “Informe del Kremlin” que se espera ponga en lista negra a cientos de oligarcas rusos cercanos al gobierno del presidente Vladimir Putin.
Según reportes mediáticos, los oligarcas han participado en feroces campañas de cabildeo con Washington en aras de mantenerse fuera de la lista potencial de sanciones de EE UU.
El año pasado, el presidente Donald Trump firmó una legislación con una serie de sanciones financieras, medidas que se pensaron como represalias por el supuesto entrometimiento en la elección presidencial de EE UU en 2016. En su momento, Trump dijo que la legislación era “seriamente defectuosa”, mientras que Putin negó vehementemente cualquier acción incorrecta por parte de su país.
En respuesta a las sanciones, Putin ordenó la expulsión de 755 miembros del personal de la misión diplomática de EE.UU. en Rusia.
En Informe del Kremlin es parte de la legislación que dio a la acción entre agencias —el Departamento de Estado, las agencias de inteligencia y el Departamento del Tesoro— 180 días para listar los nombres cercanos a Putin que podrían ser afectados con sanciones.
En 2014, Rusia fue castigada con sanciones después de anexarse la península de Crimea de Ucrania y apoyar a las fuerzas separatistas cuando estallaron los enfrentamientos en Ucrania oriental. Desde entonces, Moscú ha negado que enviara tropas y armamento pesado a Ucrania oriental, una acusación que Occidente, Ucrania y la OTAN han blandido.
En diciembre, la comisión del Comité Olímpico Internacional halló una “manipulación sistemática de las reglas antidoping y el sistema en Rusia”, y prohibió que el país participe en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno.
A los atletas rusos que se les halló “limpios” se les permitirá competir en los Juegos de 2018 en Pyeongchang, Corea del Sur, pero tendrán que competir bajo la bandera olímpica como un “Atleta Olímpico de Rusia (AOR)”.
Al abordar la prohibición al país en los juegos mundiales, el ministro ruso del exterior dijo que fue una “campaña totalmente orquestada” y dijo que todas las sanciones actuales contra Rusia son “absurdas”.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek