Un fósil de pterosaurio descubierto en Arizona, Estados Unidos, se convirtió en el más antiguo conocido fuera de Europa. Este hallazgo aporta nueva información sobre los reptiles voladores que compartieron la Tierra con los demás dinosaurios hace cientos de millones de años.
En el estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias, un equipo encabezado por el paleontólogo Ben Kligman, del Museo Nacional de Historia Natural del Smithsonian, analizó una mandíbula fosilizada que perteneció a una especie hasta ahora desconocida.
El ejemplar, similar en tamaño a una gaviota, apareció en el Parque Nacional del Bosque Petrificado de Arizona, junto con cientos de otros fósiles que tienen una antigüedad de aproximadamente 209 millones de años (hacia el final del periodo Triásico). Este descubrimiento permite cubrir un vacío importante en el registro fósil previo a la gran extinción que marcó el cierre de esa era.
Te puede gustar: Un estudio sugiere que los fósiles de dinosaurios contienen pistas para combatir el cáncer
De acuerdo con lo recopilado por los investigadores, la nueva especie de pterosaurio —denominada Eotephradactylus mcintireae, en honor a Suzanne McIntire, la voluntaria que la descubrió— era lo suficientemente pequeña como para posarse cómodamente sobre el hombro de una persona y probablemente se alimentaba de los peces del yacimiento.
LOS REPTILES VOLADORES QUE HABITARON EN ARIZONA
Estos ejemplares, desenterrados del Miembro Owl Rock (formación geológica ubicada cerca de Kayenta, Arizona), que aflora en un área remota y menos explorada del sitio, revelan que en ese momento animales más antiguos como anfibios gigantes y parientes cocodrilos acorazados vivían junto a especies más nuevas como las primeras ranas, tortugas y pterosaurios.
“El sitio representa una etapa de transición hacia comunidades de vertebrados terrestres más modernas. Allí aparecen grupos que alcanzaron su apogeo durante el Mesozoico, compartiendo el entorno con especies más antiguas que no lograron superar el final del Triásico. Este tipo de yacimientos fósiles confirma que todos estos animales coexistieron en el mismo periodo”, señaló Kligman en un comunicado.
Los científicos creen que durante el periodo Triásico, esta parte de Arizona era un lugar árido situado en medio de Pangea, justo encima del ecuador, luego sumergido por una inundación que probablemente enterró a todas las criaturas preservadas en el lecho de huesos.
Entre las criaturas desenterradas en el yacimiento también se encontró una antigua tortuga con armadura y caparazón en forma de púas, que también se identificó en Alemania. Este descubrimiento sugiere que las tortugas se dispersaron rápidamente por Pangea, a pesar de su tamaño y velocidad. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)