No es raro presenciar la caída de granizos de gran tamaño desde el cielo, acompañados por lluvias torrenciales. Estas masas de hielo irregulares tienen el potencial de destruir cosechas y dañar viviendas en distintas partes del mundo. Sin embargo, los científicos aún no logran entender del todo por qué algunas tormentas generan granizos enormes, mientras que otras solo producen pequeños trozos sin consecuencias.
Con el objetivo de resolver este enigma, un equipo de meteorólogos se ha propuesto encontrar respuestas. Durante seis semanas, decenas de investigadores seguirán el rastro de tormentas de granizo en las Grandes Llanuras de Estados Unidos, una vasta región que se extiende desde Canadá hasta el sur de Texas y desde las Montañas Rocosas hasta el río Mississippi.
“Tenemos tan pocas observaciones que cualquier registro de una tormenta de granizo nos proporcionará información nueva y emocionante”, explica Rebecca Adams-Selin, científica atmosférica de la consultora Atmospheric and Environmental Research, con sede en Lexington, Massachusetts. Ella lidera la campaña de investigación en campo, conocida como ICECHIP.
Según la revista Nature, el granizo se forma en el corazón de las tormentas eléctricas, cuando fuertes corrientes de aire elevan gotas de lluvia hacia zonas más altas y frías de la atmósfera, donde se congelan. A medida que descienden o son llevadas de nuevo hacia arriba, estas partículas pueden aumentar o disminuir su tamaño antes de caer finalmente a tierra. No obstante, el proceso ocurre en un entorno tan complejo que los científicos lo comparan con una caja negra difícil de descifrar.
¿EL CALENTAMIENTO GLOBAL DEJARÁ GRANIZOS MÁS ENORMES?
Actualmente ICECHIP estudia cómo se forman y acumulan hielo los granizos pequeños a medida que se desplazan a través de una tormenta eléctrica, y qué condiciones generan el granizo más dañino. Los instrumentos que utilizan los investigadores incluyen una combinación de embudo y congelador para recolectar y almacenar granizos, paneles con sensores de presión que convierten los impactos del granizo en energía cinética y un dron que apareció en la película Twisters (2024).
“Los resultados [de ambos trabajos] deberían ayudar a las personas a prepararse mejor para los daños causado por l granizo. Esto podría implicar diseñar techos más resistentes al granizo, colocar mallas antigranizo sobre árboles frutales vulnerables o ajustar el ángulo de los paneles solares para que el granizo rebote”, apunta Ian Giammanco, meteorólogo del Instituto de Seguros para la Seguridad Empresarial y del Hogar en Richburg, Carolina del Sur.
Además, los científicos indican que el calentamiento global probablemente agravará este fenómeno. Aunque en un clima más cálido se esperaría que el aire ascendente en las tormentas eléctricas ayudara a derretir el granizo antes de que llegue al suelo, también se prevé que dichas tormentas presenten corrientes ascendentes más intensas y frecuentes. Estas podrían favorecer la formación de granizos más grandes, al permitir que las partículas de hielo permanezcan más tiempo en las zonas frías de la atmósfera, ganando tamaño.
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Según Victor Gensini, meteorólogo de la Universidad del Norte de Illinois en DeKalb, los modelos climáticos indican una tendencia hacia granizos de mayor tamaño y con un mayor potencial destructivo.
Un hecho interesante del tema es que el estudio de seis semanas tendrá un costo de 11 millones de dólares, casi el equivalente a las pérdidas sufridas en una plantación de duraznos por la granizada que azotó Florida en abril.
PERIODO DE LLUVIAS INTENSAS EN MÉXICO
A tenor de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil de la Ciudad de México (CDMX), la capital mexicana se prepara para un periodo prolongado de lluvias, el cual inició este jueves y podría extenderse hasta los primeros días de junio.
De igual manera, se esperan intervalos de chubascos, precipitaciones fuertes, actividad eléctrica y caída de granizo en distintas zonas de la CDMX. Según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este tipo de eventos es debido a un incremento en la humedad atmosférica y a patrones estacionales propios de la transición entre primavera y verano. Las condiciones propicias para la convección —el ascenso de aire cálido y húmedo que forma nubes de tormenta— incrementan el riesgo de fenómenos severos como rayos, rachas de viento y granizadas. N