Nosotros, primera persona del plural, su utilidad es incluyente en la acción o estado del verbo dentro de un conjunto. Tenemos una flexión verbal, por ejemplo, leímos, leemos, leeremos, pasado, presente, futuro, respectivamente. Nosotros, apoya la creación del discurso, une a quien habla con el grupo. Incluye acciones de nosotros y excluye a ellos, ustedes.
El lenguaje influye en la comprensión del mundo de la vida por vía de ideas y emociones. Tenemos más de un lustro viviendo en las decisiones del YO despótico, sin diálogo, ni acuerdos, ni consensos. Las figuras de héroes mexicanos han sido imágenes ilocucionarias con palabras que muestran al orador alineado con ellos, popularizan su imagen. El Pathos, su narrativa incluye en el nosotros un mundo de emociones para poder conectar con sus auditorios (les ha ganado esperanza y seguridad futura). El Logos, han invertido datos e indicadores para convencer, por ejemplo, reducción de la pobreza, sin embargo, la realidad e investigaciones CIENTÍFICAS dicen otras cosas no halagüeñas. El Éthos, en el nosotros anidan justificaciones defensivas: “nosotros: no mentimos, no robamos, no traicionamos, no somos corruptos…”
El lenguaje permite construir realidades sociales y políticas. Informa, lo que tienen diseñado que se sepa, el poder del Estado selecciona los temas de la agenda que impone; moldea sin pedagogía, la percepción de la sociedad influye en sus acciones y creencias. En la práctica el discurso de la primera minoría utiliza el “nosotros” donde el “yo” del liderazgo toma decisiones cruciales. Una narrativa de prosperidad y nacionalismo que no se alinean con la realidad del país.
¿Y el marxismo de su izquierdismo? Dos conceptos marxistas: Lucha de Clases, hoy se ha superado con nuevas interpretaciones y realidades y; Justicia Social, lema del PRI que gobernó por más de 70 años. Juzgan que la justicia social y combate a la desigualdad se inventaron en 2018, principios centrales del marxismo. La pobreza solo y solamente se combate desde el trabajo, el mejor educador del mundo. La pobreza se visibiliza en las personas alérgicas institucionales del trabajo y los antivalores que entraña. La pobreza se enfrenta sin engaños ni restricciones electorales.
¿Y el neoliberalismo conservador? La crítica desde el oficialismo es aguda, sin embargo, NO hay en la discusión democrática una propuesta de modelo de desarrollo más inclusivo y equitativo. “El capitalismo perpetúa la desigualdad y la explotación”, frase dieciochesca. Las condiciones de antaño engendraron el concepto de burguesía; la vida es dialéctica, en hogaño, el crecimiento y el desarrollo se fundan en el capital, normados por leyes fiscales y laborales excesivas. Los Estados no pueden, las experiencias han sido ilusorias. Los emprendedores no pueden y no deben sostener un Estado de bienestar semillero de haraganes improductivos. El Estado debe ser promotor del equilibrio y la prudencia sociales.
El tema del “Humanismo Mexicano” no ha llegado a ser alternativa al modelo neoliberal, es sencillo: no han puesto a las personas en el centro de las políticas públicas, políticas que siguen el viento de las ocurrencias. El verdadero bienestar de los trabajadores y la sociedad en su conjunto es la ética cordial, la solidaridad…, nunca compra de razones, ni enajenación de conciencias. Su discurso también incluye otros elementos y enfoques que pueden no alinearse completamente con el marxismo clásico.
El Estado es regulador, no hay razón para permitir que se explote no solo a los trabajadores, sino también a la naturaleza, la depredación es continua y ligada a presiones particulares o de grupo, verbigracia, Antonio “Tony” Flores Guerra viejo dirigente que logró contratos CFE para venta de carbón … La izquierda en México no es homogénea se aleja de ideas marxistas ortodoxas, la formación de grupos maoístas que se separaron del Partido Comunista Mexicano y adoptaron enfoques diferentes, corriente ideológica separada del marxismo-leninismo. Los movimientos sociales se han centrado en cuestiones específicas y han adoptado enfoques más prácticos y menos ideológicos.
La izquierda mexicana ha evolucionado y se ha diversificado, adoptando enfoques y estrategias que a menudo se alejan de las ideas marxistas. Creen que cultura, arte, educación, son capitalistas, “neoliberales”, entonces, precipitan las contradicciones, impulsando y padeciendo subculturas, ideologías, trastornos de la realidad. La buena política en el presente siglo demanda cambio de paradigmas, la democratización de la comunicación a la velocidad de la luz crea diálogos verídicos con interlocutores válidos. Un tránsito a la democracia participativa y deliberativa, la democracia directa cada día se imposibilita más, es un recurso retórico falso pero muy conmovedor, la vida compartida proviene de consensos que solo da el debate, cartografía con infinidad de polígonos en que el ciudadano se empodera como demócrata. En la glamurosa propaganda de la reforma judicial, se utilizaron, y se siguen esgrimiendo afirmaciones falsas y engañosas para justificar cambios que podrían afectar negativamente a la independencia del Poder Judicial.
La justicia no es representativa.
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Ignacio Ruelas Olvera, cuenta con estudios en Ingeniería Industrial, Filosofía y Derecho. Fue diputado en la LII Legislatura del Congreso del Estado de Aguascalientes y presidente de la Comisión Permanente. Ha colaborado en el Poder Ejecutivo del estado y en la Secretaría de Educación Pública en Aguascalientes. Trabajó en la Comisión Federal Electoral, Secretaría de Gobernación, Instituto Nacional Electoral y fue fundador del Instituto Federal Electoral. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.