El incremento de los autos de nuevas energías (NEV, por sus siglas en inglés), como los vehículos eléctricos e híbridos, no solo está transformando la movilidad urbana, sino también su impacto en el medioambiente, la economía y la percepción sobre la innovación tecnológica en nuestra vida diaria. Y aunque el debate sobre su adopción masiva sigue abierto, los beneficios que generan ya son tangibles.
Imagina salir rumbo al trabajo cuando ya no se habla de llenar el tanque de gasolina, sino de cuánto se ahorra en los autos con una carga eléctrica. Y lo más relevante: combatimos el cambio climático al modificar la forma como nos transportamos.
Es una realidad que el transporte representa casi el 25 por ciento de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por lo que esta opción, al funcionar con electricidad o hidrógeno en lugar de combustibles fósiles, ofrece una solución efectiva para reducir estas emisiones.
Se considera que la electrificación del transporte en el mundo podría evitar la emisión de aproximadamente 19 millones de toneladas métricas de emisiones de CO2. Esta cifra subraya el papel crucial de los autos de nuevas energías en la lucha contra el cambio climático, especialmente en las megaciudades, donde la contaminación del aire afecta gravemente la salud pública.
CONSIDERABLES BENEFICIOS ECONÓMICOS A LARGO PLAZO
Y aunque el costo inicial de los autos eléctricos puede ser más alto que el de los vehículos tradicionales, los beneficios económicos a largo plazo son considerables. Los usuarios ahorran en combustible y mantenimiento, ya que los motores eléctricos tienen menos partes móviles y requieren menos atención que los de combustión interna.
Todos estos beneficios de los autos de nuevas energías son posibles gracias a la integración de distintas tecnologías avanzadas, las cuales responden a desafíos como el de su batería, el corazón de estos vehículos. Para que esta funcione bien, todas las piezas tienen que encajar a la perfección, por lo que la metrología, o la ciencia de las mediciones, se convierte en el aliado crucial que asegura que cada pieza tenga el tamaño correcto y esté en el lugar exacto, ya que, si los componentes de las baterías no son fabricados con las medidas exactas, el auto eléctrico no va a tener la autonomía que necesitamos ni podrá durar más o rendir más kilómetros.
Adicional, los avances en los sistemas de carga rápida y en las estaciones de recarga han hecho que la experiencia de usar estos vehículos sea mucho más conveniente y accesible.
LOS AUTOS DE NUEVAS ENERGÍAS SE CONSOLIDAN PARA CAMBIAR EL MUNDO
La tecnología también se aplica a la seguridad. Los vehículos NEV están equipados con sistemas avanzados en asistencia al conductor como sensores, cámaras y tecnología de monitoreo de condiciones del vehículo. Estos sistemas ayudan a prevenir accidentes y garantizar una conducción más segura.
A medida que la infraestructura para recargar y mantener estos autos continúe expandiéndose, los autos de energías nuevas se perfilan para posicionarse como una de las principales tendencias en movilidad para 2025.
Es claro que vivimos en una era de transformación, donde la movilidad eléctrica está redefiniendo el transporte. En ese sentido, los vehículos eléctricos son más que una moda; son el futuro de la industria automotriz.
Sin embargo, para que esta revolución sea una realidad, la precisión es clave para construir vehículos eléctricos más eficientes, seguros y duraderos, lo que abre camino a un futuro donde la movilidad sostenible sea accesible para todos.
Imaginemos ciudades libres de emisiones, donde los vehículos eléctricos sean la norma y no la excepción, ciudades en las que los vehículos NEV se conviertan en los protagonistas de un cambio hacia ciudades más limpias, eficientes y resilientes. N
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Arturo Zavala Enríquez es gerente nacional de ventas de ZEISS México IQS. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.