Arte Zero es una galería de arte en línea que pone en el centro a talentos emergentes y les brinda un lugar para exponer sus obras. Se trata de un proyecto mexicano joven, diverso e innovador que utiliza la realidad aumentada para brindar al visitante una experiencia única.
Diego Salazar y Frida Martínez son, además de cofundadores del estudio creativo Punto Zero, creadores de Arte Zero. Esta galería fue un proyecto que acariciaron durante largo tiempo, hasta que finalmente lo vieron cristalizado:
“Teníamos la idea y ambición de impulsar la parte artística”, detalla Diego. “Queríamos ofrecer un espacio a personas cuyo talento y trayectoria merecían reconocimiento. Así nació Arte Zero”.
En el proyecto se implementó la realidad aumentada para garantizar una experiencia de usuario inolvidable. La galería tiene la base de cualquier recorrido virtual, en donde se recorre como si el usuario caminara en la sala, un plano subjetivo que permite interactuar con las piezas al seleccionarlas, detalla Frida:
“¿Cómo entra aquí la realidad aumentada? Si tú tienes iPhone, puedes bajar la aplicación de ArtPlacer, el software que nosotros utilizamos para configurar la galería. Y puedes visualizar la obra que te gusta más en un espacio donde tú la quieras. Ponerla, por ejemplo, en la pared de tu casa, sala o habitación. Donde tú quieras”.
Y añade: “Algo que para nosotros es vital de la galería es que sea accesible desde donde sea que estén las personas. No solo en México, sino en todo el mundo; es un recurso accesible y un espacio donde se potencia muchísimo más la cantidad de visualizaciones que pueden tener los artistas”.
EN ESTA GALERÍA DE ARTE SE RELATAN HISTORIAS QUE LAS PALABRAS NO ALCANZAN A CONTAR
Para garantizar una mayor difusión y alcance de los artistas y lograr que sus obras sean visibles para coleccionistas y fanáticos del arte, la digitalización es vital, señala Diego Salazar, quien agrega que México enfrenta muchos retos de acceso a internet, a los medios de comunicación y a las tecnologías de comunicación e información. Además, detalla, decir que no a muchos artistas fue un reto distinto.
“Quieres darle el espacio a todo el mundo, pero al mismo tiempo, para mantener el concepto andando y para seguir dándole espacio a quienes realmente necesitan este lugar a veces tienes que decir no a ciertas propuestas. No es un no para siempre, sino para esta edición, pero montar la siguiente edición siempre es un reto”, explica Salazar.
A pesar de lo difícil que llegó a ser dar negativas, el resultado logró reunir más de 70 expresiones artísticas de 11 creadores que, a través de técnicas como grabado, dibujo a lápiz y pintura al óleo, relatan historias que las palabras no alcanzan a contar.
“Los artistas que tenemos son sumamente talentosos y tenemos mucha variedad. Tenemos artistas que son un poco más literales, un poco más surrealistas. Hay de todos los gustos, y creo que también la mezcla de técnicas que usa cada uno de ellos es muy interesante”, detalla Diego. “Desde mi punto de vista, algo que se llevarían las personas si acceden a Arte Zero es un pedacito de la historia personal de cada artista”.
“DESAMOR, EL PERPETUO CORAZÓN ROTO”
Un ejemplo que resalta en esta galería de arte es la colección de Carolina Varas, “Desamor, el perpetuo corazón roto”, en donde la pintora veracruzana transita todas las etapas de un duelo amoroso y usa la figura del diablito mexicano para evocar la presencia del ser amado al que se ha dejado atrás o con el que se ha roto la relación. En todas sus pinturas se puede ver a la figura en diferentes posiciones, así como al personaje femenino en diferentes instancias de la vida y cómo se transita el duelo amoroso en la cotidianidad.
También resaltan la reconstrucción de las memorias y un archivo pictórico de Marisol Ontiveros, artista que perdió a su madre cuando era muy niña y con su pintura busca recrear estas memorias.
“Creo que algo que se van a llevar definitivamente, no importa cuál sea la colección que estén viendo o que adquieran, es una parte de la historia de cada uno de los artistas”, resalta Diego. “Creo que al final, por la formación que tenemos Frida y yo en las artes, consideramos que lo que uno hace como artista es compartirse con quien ve tu arte, y eso es lo más bonito que los usuarios pueden llevarse”.
En cuanto al valor que aporta esta galería, Frida Martínez resalta la importancia de reconocer a los artistas del presente: “Estos no son los artistas de hace cien años, son los de hoy. Los invitamos a consumir, a ver y obviamente a apreciar su arte. Al final si consumimos a los artistas mexicanos de hoy ayudamos muchísimo a toda la industria”.
LAS PIEZAS VAN DE LOS 380 A LOS 55,000 PESOS
Asimismo, Frida puntualiza la necesidad de desmentir el tabú que rodea al arte y lo posiciona como algo exclusivo e inaccesible. “Creo que muchas personas tienen ese concepto, de que el arte no es accesible porque los referentes son artistas que ya son superfamosos o que ya murieron, pero el arte sí es accesible”, señala Frida.
En Arte Zero, por ejemplo, se pueden encontrar piezas desde 380 pesos a 55,000 pesos, lo que muestra un rango de precios bastante accesibles en comparación con otras galerías.
Para esta primera edición, Frida Martínez explica que algunos de los criterios fundamentales para que los artistas fueran seleccionados eran ser mexicanos, contar con una colección y no estar expuesto en alguna otra galería. Con esto, Arte Zero se convirtió en un espacio de primeras veces y debuts para artistas de todas partes del país, así como de miembros de la población LGBTTTIQ+, personas neurodivergentes, e incluso una artista póstuma.
“La primera edición, llamada Hidden Gems, busca impulsar gemas ocultas, talentos que son muy grandes, pero todavía no han sido descubiertos y merecen ser reconocidos”, explica Diego. Y Frida complementa: “Era importante que este fuera el primer espacio donde tenían una exhibición. Por eso son Hidden Gems también, porque no han tenido este espacio más que ahora”.
Aunque la exhibición es puramente mexicana, está abierta para todo el mundo. Se puede acceder a ella y adquirir piezas desde cualquier parte del mundo. En caso de realizar una compra, la pieza se envía a la puerta de la casa de quien la adquiera. Bajo esta misma premisa de mantener una visión global, también está abierta la idea de incorporar nuevos talentos y regiones en el futuro.
UNA GALERÍA DE ARTE PARA LOS SECTORES SUBREPRESENTADOS
“Tenemos el proyecto de abrir más adelante diferentes ediciones y conceptos. Siempre impulsaremos a los sectores subrepresentados, eso será algo que va a ser siempre muy importante para nosotros, preservar el impulso a talentos de sectores subrepresentados, pero sí quisiéramos abrir esta oportunidad en Latinoamérica y el resto del mundo en general”.
Frente a un resultado destacable y novedoso, Diego Salazar relata los retos que enfrentaron al gestionar esta galería, que comprenden desde temas legales hasta el verse obligados a rechazar grandes propuestas por temas de fidelidad a la convocatoria inicial.
“Creo que especialmente uno de los retos fue toda la parte administrativa. Cómo va a funcionar en términos legales para proteger la obra de los artistas. Siempre nuestro enfoque fue que los artistas protagonizaran la galería y proteger especialmente a los artistas y sus obras de arte para ponerlos en el centro de todo”, detalla Salazar.
Además, tanto para Frida como para Diego era fundamental mantener transparencia con los artistas, proteger su obra y ser justos con el acuerdo al que se llegaba en la negociación. Asimismo, preservar y mantenerse dentro de la normatividad de los derechos de propiedad intelectual, los derechos de autor; y mantenerse en regla con la normatividad fiscal.
Más allá de eso, si bien tenían muy clara cuál iba a ser la infraestructura digital del proyecto, la programación de todo el desarrollo web fue muy larga, pero trajo como resultado un espacio de fácil acceso, novedoso y con propuestas frescas. N