Si se mantiene el ritmo actual, los desechos plásticos en el mundo casi se duplicarán en 2050, lo que agravará la amenaza para las vías fluviales y los océanos, según un estudio publicado en la revista Science. No obstante, los investigadores, que utilizaron un sofisticado modelo de inteligencia artificial (IA), descubrieron que una combinación de solo cuatro intervenciones políticas reduciría la contaminación plástica en un 90 por ciento, así como las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas de la producción de plástico.
Los hallazgos tienen implicaciones para las conversaciones internacionales que se iniciarán a finales de este mes en Busan, Corea del Sur, donde negociadores de más de 190 países intentarán finalizar un tratado global para reducir los desechos plásticos.
“Esta es nuestra oportunidad única de solucionar este problema”, comentó a Newsweek el científico marino y coautor del estudio Douglas McCauley, quien es profesor de la Universidad de California en Santa Bárbara, Estados Unidos.
Si no se adopta una decisión sobre un tratado global, según el estudio, la creciente producción mundial de plástico generará suficiente basura en 2050 para “cubrir Manhattan con un montón de plástico diez veces la altura del Empire State Building”, añadió.
LA REDUCCIÓN DE LA OLA DE DESECHOS PLÁSTICOS
Además, como la mayoría de los plásticos se fabrican a partir de productos petroquímicos, los plásticos adicionales sumarían en gran medida gases de efecto invernadero que calentarían la atmósfera a niveles peligrosos.
Si no se toman medidas, coincidieron los científicos, las emisiones de gases de efecto invernadero de los plásticos aumentarían un 37 por ciento para 2050, aproximadamente lo mismo que lo que se generaría en 9,000 plantas de energía alimentadas con gas natural en un año, lo que haría más difícil cumplir con los objetivos climáticos internacionales.
Las negociaciones del tratado convocadas por las Naciones Unidas han logrado avances vacilantes en los últimos dos años, y se están considerando diversas opciones políticas para controlar los desechos plásticos.
Como no existe una única solución milagrosa que funcione, apuntó McCauley, él y sus colegas desarrollaron un modelo de aprendizaje automático que puede predecir los posibles efectos que tendrían diferentes combinaciones de políticas en la reducción de la ola de desechos plásticos.
El estudio determinó que cuatro políticas para mejorar la economía del reciclaje de plástico, financiar mejor la gestión de residuos en todo el mundo y limitar la producción de plásticos nuevos o vírgenes podrían reducir en conjunto la mayor parte de los residuos en los próximos 25 años.
Los gases de efecto invernadero de los plásticos se reducirían en aproximadamente un tercio, aunque los autores señalan que incluso con estas medidas “las emisiones de la industria del plástico seguirían siendo altas”.
LAS POLÍTICAS CONTRA LA CONTAMINACIÓN PLÁSTICA
Actualmente se recicla una cantidad lamentablemente pequeña de residuos plásticos. La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos estima que la tasa de reciclaje en este país es de apenas 9 por ciento.
Las empresas de reciclaje se ven obstaculizadas por la falta de financiación, los deficientes sistemas de recogida de residuos y un mercado débil para los plásticos reciclados, y varias demandas recientes presentadas por ciudades y estados afirman que algunas empresas han engañado al público sobre su capacidad para reciclar plásticos.
El estudio concluyó que un mandato global que exigiera que los nuevos productos se fabricaran con al menos un 40 por ciento de plástico reciclado mejoraría enormemente el atractivo del mercado para el reciclaje.
“Lo que esto hace es crear valor para esa materia prima e incentivos para que la gente recolecte y recicle ese material. Ese valor se traduce en oportunidades de inversión en infraestructura de reciclaje y también desplaza la producción de plástico virgen”, dijo McCauley.
El artículo también recomienda limitar la producción de plástico nuevo a los niveles de 2020 para detener el flujo de plástico que ingresa a un sistema global de gestión de residuos que ya está estresado. “La mejor manera de aplanar esa curva es establecer algunos límites sensatos a la producción”, añadió McCauley.
Las dos últimas políticas prevén financiación para la gestión de residuos plásticos, como mejores vertederos y una recolección de residuos más robusta mediante inversiones directas en sistemas globales de residuos y una tarifa modesta sobre los envases de plástico.
Sin embargo, McCauley argumentó que la escala del problema del plástico requeriría una inversión proporcionalmente grande.
“REALMENTE PUEDEN CAMBIAR LA TRAYECTORIA”
Los autores admiten que las políticas para la contaminación plástica que proponen serían difíciles de implementar. Sin embargo, McCauley afirmó que el resultado sería una reducción drástica de los desechos plásticos que dañan la vida silvestre marina, amenazan la salud humana y agravan la crisis climática. “El tratado de la ONU es una oportunidad única para iniciar una acción a nivel mundial”.
El Pacto de Plásticos de Estados Unidos, un grupo que representa a las empresas de la industria del plástico que trabajan para reducir los desechos, sostuvo que las propuestas del estudio “realmente pueden cambiar la trayectoria de los desechos plásticos” si se implementan en el tratado. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)