Un grupo de científicos usó con éxito células madre humanas para cerrar un agujero en la retina de un mono, lo que derivó en la restauración de la visión del primate. El resultado de este experimento significa un exitoso paso en la búsqueda de un tratamiento o proceso médico para tratar la pérdida de visión relacionada con la edad.
De acuerdo con un estudio publicado este mes en la revista Stem Cell Reports, el equipo dirigido por la científica Michiko Mandai, del Kobe City Eye Hospital, en Japón, se centró en restaurar el “agujero macular”, una condición ocular asociada con el envejecimiento.
A medida que se envejece, el vítreo, un fluido similar a un gel que llena los globos oculares humanos y mantiene sus formas redondeadas, se aleja de la retina, lo que en ocasiones causa un desgarro en la mácula.
Cuando el ojo padece de un agujero macular la visión se difumina y disminuye con el tiempo. Aunque los avances en las técnicas quirúrgicas vitreorretinales logran una tasa de cierre de 90 por ciento, todavía existen casos refractarios.
Para tratar los agujeros maculares, los médicos transfieren células desde los alrededores de la retina al medio. Pero al usar células de las afueras del ojo, las brechas de visión periférica son algo inevitables.
Por ello los científicos de Kobe usaron un nuevo proceso. En lugar de “parchar” el agujero macular con las pocas células que ya hay en el ojo, las células madre ofrecen la opción de introducir células nuevas por completo.
CÉLULAS MADRE PARA PARCHAR UN AGUJERO MACULAR Y RECUPERAR LA VISIÓN
Los científicos cultivaron una lámina de precursores de células de la retina, derivados de un embrión humano. Posteriormente esas células se trasplantaron a la retina derecha de un mono afectado por un agujero macular que tenía dificultades para pasar las pruebas de visión.
La espera duró seis meses y tras estos los científicos volvieron a examinar la vista del mono. Antes del trasplante, el mono podía enfocar su mirada en solo 1.5 por ciento de los puntos en una serie de pruebas. Pero después del trasplante, el primate fue capaz, en tres pruebas, de fijar la mirada en entre 11 y 26 por ciento de los puntos, una notable mejora.
Tras los resultados, los investigadores buscan implantar células madre para reparar el problema en humanos. Empero, existen algunas consideraciones éticas: para examinar la eficacia del tratamiento, los científicos extrajeron el ojo del mono por completo. Al hacerlo los científicos descubrieron que la retina había desarrollado nuevas células visuales.
Sin embargo, no podían decir si esas células habían crecido fuera de la célula madre implantada o de la retina nativa del mono, lo que significa que los científicos no están seguros exactamente de cómo funcionaban realmente las células madre dentro del ojo del mono. Por ahora no se puede responder si brotaron nuevas células por su cuenta o provocaron la regeneración en las células originales del primate. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)