Ucrania afirmó este jueves 15 de agosto que sus tropas realizaron nuevos ataques y avances en Rusia tras tomar el control de más de 1,000 kilómetros cuadrados, mientras su oponente aseguró que había recuperado una aldea tomada por las fuerzas a las órdenes del gobierno de Kiev y que enviaría refuerzos a la zona.
En el marco del mayor ataque de un ejército contra suelo ruso desde la Segunda Guerra Mundial, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, dijo que sus fuerzas habían tomado Sudzha, de 5,500 habitantes, la mayor localidad desde el inicio de la sorpresiva incursión, a 8 kilómetros de la frontera.
“Desde el inicio de las operaciones en la región de Kursk, nuestras tropas avanzaron 35 kilómetros hacia el interior” y tomaron “82 localidades” en un área de 1,150 kilómetros cuadrados, añadió, en una reunión con el jefe del ejército ucraniano, Oleksandr Sirski.
Este ataque a gran escala rompió una racha de varios meses de reveses de las tropas de la exrepública soviética, confrontada desde hace dos años y medio a una invasión rusa. El general Sirski indicó que sus tropas establecieron una administración militar en la región de Kursk, “para mantener la ley y el orden y satisfacer las necesidades prioritarias de la población en los territorios controlados”.
LOS DESPLAZADOS AUMENTAN EN MEDIO DEL CONTROL DE UCRANIA EN RUSIA
En Kurk, periodistas de AFP vieron cerca de 500 evacuados de las zonas fronterizas esperando en fila frente a una distribución de comida y ropa de la Cruz Roja Rusa. Moscú afirma que más de 120,000 personas han sido desplazados por el ataque y los combates.
Los enfrentamientos mataron al menos a 12 civiles y 121 resultaron heridos, según las autoridades rusas, que no actualizaron el balance desde el lunes. Moscú envió refuerzos a la zona y a la región de Bélgorod y anunció la reconquista de un pueblo en Kursk.
Las fuerzas rusas “retomaron el pueblo de Krupets” y “siguen frenando” los ataques ucranianos en la región de Kursk, indicó el ejército en un comunicado.
El ejército también ha preparado “acciones concretas” para defender la región de Bélgorod, declaró el ministro ruso de Defensa, Andréi Belusov, en una reunión con oficiales entre los que se encontraba el gobernador de esa región, Vyacheslav Gladkov.
UNA OFENSIVA “NECESARIA”
Tanto la región de Kursk como la de Bélgorod habían sufrido pequeñas incursiones desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, lanzó la invasión de Ucrania en febrero de 2022. Sin embargo, Ucrania nunca había lanzado un ataque de esta envergadura.
Kiev argumenta que la ofensiva es necesaria para su “autodefensa” y los expertos sugieren que podría ser un intento de aliviar la presión en el frente oriental. Las tropas ucranianas, sin embargo, aún registran dificultades en la región de Donbás, en el este del país, que Moscú busca conquistar.
Al menos cinco personas murieron en bombardeos rusos en el este y el sur de Ucrania, anunciaron las autoridades locales este jueves. Dos murieron en la región de Járkov, en el noreste, y otra en la de Donetsk, en el este. Otras dos murieron en la región de Jersón, en el sur. “La mayoría de los ataques rusos tienen lugar en el este del Donbás”, afirmó Zelenski. N
(Con información de AFP)