Tijuana, B.C.- En temas de belleza y cuidado personal, estéticas, salones de belleza y otros establecimientos utilizan productos que pueden causar diversas afectaciones a la salud tanto de quien los utilizan como de quienes los aplican, señaló Jessica Castañeda Castillo, asesora técnica del Centro de Innovación y Gestión Ambiental México A.C. (CIGAMX)
“Los productos químicos en las estéticas y salones de belleza representan un peligro inminente a la salud. Desde vapores tóxicos que afectan los pulmones hasta sustancias cancerígenas que se absorben por la piel, los riesgos son reales y devastadores. No debemos exponernos a estos peligros ocultos sin tomar medidas preventivas”, consideró Castañeda Castillo.
Explicó que los tratamientos de alaciado permanente contienen una variedad de sustancias, entre ellas el formaldehído. Indicó que después de su aplicación en el cabello, este químico se libera al contacto con la plancha caliente, generando vapores que se esparcen dentro del establecimiento.
Si no hay ventilación adecuada algunas personas pueden presentar efectos adversos como ojos llorosos; sensación de ardor en los ojos, en la nariz y la garganta, tos; sibilancias o respiración con silbidos, náuseas e irritación de la piel.
Advirtió que el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos, después de varios estudios ha relacionado el formaldehído con algunos tipos de cáncer en seres humanos, sobre todo en personas con mayor tiempo de exposición a este químico.
“Al momento de entrar -a un local donde ponen uñas-, su olor nos parece muy fuerte, nos puede doler un poco la cabeza, llorar los ojos y hasta un poco de tos. Vemos cómo las personas que están adentro parecen no molestarse y nosotros, después de unos minutos nos empezamos a acostumbrar. El cerebro deja de mandar señales de alerta de intoxicación, y podemos permanecer ahí por periodos de 1 a 4 horas. Eso es a lo que le llamamos exposición a sustancias químicas”, compartió la asesora técnica de CIGAMX.
Asimismo, señaló que el metacrilato de metilo o de etilo se mezcla con el acrílico para obtener la pasta con la que se moldean las uñas. Este químico puede causar afectaciones en vías respiratorias, alergias, afectaciones a los fetos en desarrollo. La exposición constante puede causar mareo, irritabilidad, dificultad de concentración y reducción de la memoria, entre otro tipo de afectaciones.
Jessica Castañeda Castillo, egresada del programa LEAD, por el Colegio de México, explicó que una posible solución para disminuir la exposición a sustancias dañinas en establecimientos donde estas sustancias son la base de trabajo es la ventilación.
En el caso de salones de colocación de uñas, se pueden utilizar mesas con extracción de aire con filtros adecuados, equipo de protección personal adecuado para este tipo de sustancias y mediciones de la concentración ya reguladas en la NOM-010-STPS.
“Una manera fácil y rápida es revisar si una sustancia química es peligrosa, es el pictograma en el etiquetado de la sustancia; por norma debe tenerlo visible. La otra señal es si hay lagrimeo, pica la piel, duele la cabeza o causa irritación en la garganta; significa que es peligroso” Puntualizó.
Por último, agregó, “Otro aspecto importante que llama la atención es que en Tijuana según datos de INEGI hay cerca de 3, 500 estéticas o salones de belleza. La pregunta es ¿A dónde van los residuos de estas sustancias químicas peligrosas? Son residuos peligrosos y no deberían mezclarse con la basura doméstica. Hay que recordar que de toda sustancia química peligrosa se genera un residuo peligroso y su peligrosidad no solo se mantiene, sino que también se incrementa de manera exponencial debido a las reacciones químicas impredecibles que pueden ocurrir”.