Casi un mes después de salir de prisión y recobrar su libertad, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, reapareció con una foto de su familia en una playa desierta. La imagen la publicó en redes sociales Stella Assange, abogada y esposa del activista.
Assange, de 53 años, regresó a su Australia natal tras un acuerdo para acabar con 14 años de batalla legal con el Departamento de Justicia de Estados Unidos. En la imagen publicada en internet se ve a Assange estrechando a su mujer con el brazo y sonriendo a sus dos hijos, Gabriel y Max. “Foto de familia“, escribió Stella Assange.
La fotografía no precisa la ubicación, aunque los medios locales aseguran que parece un lugar en Australia. Stella, abogada que se casó con Assange durante su presidio en la cárcel Belmarsh de Londres, había dicho previamente que su marido usaría su libertad para “nadar en el océano cada día”.
“Planea dormir en una cama de verdad. Planea comer comida real. Y planea disfrutar su libertad”, dijo a la prensa en Australia poco después de su liberación. Assange pasó cinco años en esa cárcel británica luchando contra su extradición a Estados Unidos, que lo reclamaba por la publicación de cientos de miles de documentos confidenciales en WikiLeaks.
JULIAN ASSANGE DEJA ATRÁS LOS AÑOS EN PRISIÓN
Antes de eso había pasado siete años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres para evitar una extradición a Suecia por una acusación de violación, finalmente desestimada. Durante los primeros días en su país, Julian Assange dijo estar “maravillado con el horizonte”, al disfrutar de la libertad.
“Está encantado de estar en casa. Está maravillado con el horizonte”, declaró Stella Assange a la televisión australiana ABC. Durante la audiencia para darle libertad a Assange, Estados Unidos reiteró que el fundador de WikiLeaks puso a personas en “peligro” al divulgar documentos confidenciales en la década de 2010.
“Los documentos publicados daban información que identificaba a personas en contacto con el departamento de Estado, que incluían líderes de la oposición, activistas de derechos humanos de todo el mundo, cuyas posiciones quedaron en peligro de alguna manera por su revelación pública”, declaró a periodistas el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
“También afectó la capacidad del personal estadounidense para entablar relaciones y mantener conversaciones francas”, afirmó Miller. Assange se ha convertido en un héroe para los activistas por su papel en la divulgación de información sobre las guerras de Estados Unidos en Irak y Afganistán, pero sus detractores le reprochan la difusión de grandes cantidades de documentos gubernamentales sin ningún tipo de filtro. Miller dijo que el Departamento de Estado se vio obligado entonces a “sacar a gente de la situación de peligro”. N