Como cada año, el día 23 de abril cientos de fieles devotos acuden a la Catedral de Durango para encomendarse y dejar una ofrenda a San Jorge Bendito, el Santo Patrono de la entidad que protege de las picaduras.
“San Jorge Bendito amarra a tus animalitos con tu cordón bendito para que no nos piquen ni a mí ni a mis hermanitos”, es parte del rezo que pronuncian los creyentes quienes solicitan al santo la protección de los niños del hogar.
Flores, velas y otras ofrendas son depositadas en la imagen de San Jorge dentro de la Catedral de Durango, con cordones morados le piden amarre a los animales ponzoñosos y que libre del mal y el pecado.
El vocero de la Arquidiócesis, Noé Soto, destacó que San Jorge brinda protección de los enemigos, de los animales y de todo mal.
Según la historia, tras la llegada de los españoles a Durango, al ver la cantidad de animales ponzoñosos, especialmente alacranes, se buscó el patronazgo de alguien que diera protección.
“San Jorge siempre ha sido el que lucha contra el mal, contra el dragón, protector contra los animales ponzoñosos”.
Por generaciones se ha transmitido la idea de que San Jorge cuida y protege contra este tipo de animales.
San Jorge era un soldado romano, es representado sobre su caballo, se convirtió al cristianismo y un propagador de la fe.
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