El cometa “Diablo”, también conocido como 12P/Pons-Brooks, se descubrió en el año 1812 por Jean-Louis Pons y en 1883 por William Robert Brooks, de ahí la adopción de su curioso nombre. Desde la Tierra el cometa se puede observar cada 71 años y este mes de marzo será visto de nuevo.
De acuerdo con la NASA, el cometa “Diablo” se está abriendo camino en el sistema solar interior y es observable con un telescopio. Podría comenzar a hacerse visible a finales de marzo o en abril. Se trata de una montaña de roca, polvo y hielo de varias millas de ancho.
“Tiene una órbita de 71 años de duración que lo lleva tan lejos del Sol como la órbita de Neptuno y casi tan cerca como la órbita de Venus. Afortunadamente, debido a que esta órbita está inclinada, no se cruza con el camino de la Tierra por lo que no hay posibilidad de una colisión”, explica la NASA.
EL COMETA “DIABLO” SE OBSERVARÁ ENTRE MARZO Y ABRIL
El cometa “Diablo” se ha observado en varias de sus apariciones anteriores que se remontan a cientos de años atrás, y una cosa por la que es conocida son sus “arrebatos ocasionales”, señala la NASA.
A veces, este cometa se ilumina bastante, debido a las ráfagas de gas y polvo que se liberan de debajo de su superficie. Si esto sucede en el periodo entre marzo y abril a medida que el cometa se acerca al Sol, podría volverse lo suficientemente brillante como para observarse a simple vista”.
Por ahora se prevé que el cometa alcance su punto máximo con un brillo que debería hacer que sea fácil de ver con binoculares, y posiblemente también a simple vista bajo cielos oscuros a finales de marzo. Empero, los cometas son notoriamente impredecibles, por lo que es difícil saber con certeza qué tan brillante sea Pons-Brooks a medida que se acerque al Sol.
En regiones de Canadá y Estados Unidos también se podrá observar el cometa “Diablo”. La NASA dijo que se puede encontrar bajo en la parte oeste-noroeste del cielo al final del crepúsculo de la tarde.
El cometa “Diablo” recibió ese nombre después de que se le formaron dos cuernitos. “Cuando la comunidad científica se dio cuenta de ese hecho, comenzó a bromear con eso y relacionarlo con el diablo”, de acuerdo con el doctor René A. Ortega Minakata, del Instituto de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM. N