Los baños públicos son una necesidad cotidiana, a menudo subestimada, hasta que se hacen imprescindibles. Son esenciales para todas las personas, ya sea en los espacios de trabajo o de entretenimiento, donde la comodidad, privacidad y seguridad son primordiales.
Según la Encuesta Global sobre Higiene y Salud 2022, 25 por ciento de la gente se siente segura de las condiciones de higiene en los baños públicos. Se trata de un estudio elaborado por Essity, compañía global de productos de higiene y que se levantó en 15 países con 15,246 cuestionarios. En México, la situación se agrava, pues solo 20 por ciento de los entrevistados dijeron sentirse seguros en los baños públicos.
Desde hace 37 años una empresa ha tenido como objetivo contribuir a crear ambientes cómodos, agradables y seguros en las áreas de sanitarios públicos. Se trata de la Sanilock, una marca que probablemente no hayas visto, pero que seguramente has usado, pues está presente en una infinidad de baños públicos del país.
“Ahora prácticamente estamos en todos los estados, tal vez hasta en todos los municipios del país. Porque donde hay un baño público ahí podemos estar”, afirma Bernardo Bulnes García, director general de Sanilock.
LOS INICIOS DE LA MARCA SANILOCK
La especialidad de Sanilock es fabricar mamparas para baños públicos, lo que se ha convertido en sinónimo de calidad. Por ello, nuevamente obtuvo el distintivo de Mejores Empresas Mexicanas por décima ocasión, además de otros reconocimientos como el de Great Place to Work más de ocho veces y el de Empresa Socialmente Responsable por 14 años consecutivos. Y cuenta con la certificación de DUN & BRASTREET e incluso la de ESG. A lo largo de su historia, Sanilock ha equipado baños públicos en cines y estadios, pero también en edificios gubernamentales, hospitales, industrias y aeropuertos.
Bulnes relata, en entrevista, cómo la empresa superó su modesta meta inicial de 100 unidades y luego se expandió a casi todos los estados y municipios del país. La marca Sanilock ha revolucionado el diseño de mamparas ofreciendo soluciones eficientes, sustentables y estéticamente agradables, como sus innovadores paneles antigrafiti.
“Hemos hecho mamparas al norte, en Estados Unidos, hacia el sur, hasta Bolivia; hemos estado en Guatemala, Honduras, El Salvador, incluso en Cuba y en México, en todo el país”, añadió.
A lo largo de su historia, Sanilock se ha adaptado a los cambios y adoptado innovaciones para mejorar sus productos. “Con el tiempo fuimos desarrollando herrajes más estéticos, más suaves al tacto, sin filos; lo mismo con la mampara, pues antes era muy tosca. A través del tiempo fuimos desarrollando algo más estético, una moldura muy fina que le da una presencia, una distinción, pero sigue haciendo su labor de protección”, detalla.
INNOVACIONES A FAVOR DE LA SALUD
Durante la pandemia de covid-19 desarrolló herrajes de latón antibacterial y recubrimientos especiales para mamparas, chapas y jaladeras, lo que redujo los riesgos para la salud. Además, incorporó ganchos de pie en las puertas y materiales autoextinguibles y reciclables, manteniendo su compromiso con la estética y la funcionalidad.
Ahora, como líder en el sector, la marca Sanilock ha respondido a grandes pedidos de constructoras, tiendas de conveniencia y otros establecimientos, a los cuales brinda soluciones arquitectónicas duraderas y confiables en el área de baños públicos.
Sanilock se ha consolidado en el mercado gracias a su ubicación estratégica en Monterrey, Nuevo León, y un equipo de más de 220 colaboradores en distintas partes del país. La empresa ha dejado su huella, entre otros, en aeropuertos (Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, AIFA, Tulum), estadios (Azteca, BBVA, Tomateros, Victoria, Tec de Monterrey, Yaquis) y universidades (ITESM, UNAM, UANL, UAP, IBERO, UDLAP).
También está en edificios de gobierno (Palacio Nacional, Senado, Suprema Corte de Justicia), instituciones (Sedena, Marina, INEGI), centros comerciales (Andares, Antara, Cristal, Galerías, Pueblo Serena) industrias (Cemex, Pemex, General Motors, Kia, Ternium, Metalsa, Nissan), refinerías (Dos Bocas, Madero, Minatitlán), grandes edificios (BBVA, HSBC, Koi, World Trade Center, Afirme) y cadenas comerciales (Walmart, Soriana, Chedraui).
A la vez, tiene presencia en hoteles (Hyatt, Fiesta Americana, Presidente Intercontinental), hospitales (IMSS, ISSSTE, Ángeles, Tec de Monterrey, Zambrano Hellion, Español), instalaciones de Teletón (hospital contra el cáncer y centros de rehabilitación), centros de entretenimiento (Pabellón M, PALCCO, Palacio de los Deportes, Auditorio Cocacola, Autódromo Hnos. Rodríguez), y centros de convenciones (La Paz, Mazatlán, los Cabos, San Luis Potosí).
EL CAMINO DE SANILOCK PARA SER MEM
Bernardo Bulnes García comparte que, desde 2009, la empresa ha superado metas de ventas y buscó el distintivo de Mejores Empresas Mexicanas, aprendiendo y creciendo en el proceso.
“Durante estos casi 14 años hemos participado y algo hemos aprendido. Los organizadores de MEM tienen muy buen gusto en la manera de darle espacio, la certificación es muy especial. Pero también es importante el proceso, la retroalimentación, el diagnóstico y algunas sugerencias que nos dan cada año. En el inicio fue como una ilusión: ‘Ah, mira, qué padre suena’, y lo intentamos y nos empezamos a involucrar, ha sido muy interesante”, sostiene.
De este proceso se creó la disciplina para generar información de diferentes tipos para la empresa, así como para involucrar a más gente en el proceso.
“Esto es una manera de empujar a ver cosas de una forma diferente, un poco más amplia a veces, y eso es bueno. Sí hay cierta dificultad de estructurarse, entregar información y el compromiso también de tener buenos resultados”, dice.
Ya con estos procesos en marcha se ven los beneficios del trabajo y la sinergia que ha creado en el interior de la empresa. Además, estas mejoras ayudan a que hacia afuera Sanilock se esfuerce en mantener la confianza de la industria de la construcción.
“Ser una de las Mejores Empresas Mexicanas es una manera de corresponder a las expectativas que tienen los clientes y nosotros, de ganarnos su confianza. Es un esfuerzo adicional de levantar la mano para decir: ‘Mira, la empresa está en orden’. Siempre hay que buscar la manera de estar mejorando y qué bueno que haya alguien que te diga: ‘Bueno, vas más o menos bien por aquí, dale por allá. Estás avanzando’”, concluye. N