Gaza, Ucrania, Sudán y Birmania son algunos de los ejemplos por los que Human Rights Watch (HRW) asegura que 2023 ha sido un “año terrorífico” para los derechos humanos en todo el mundo. El organismo presentó su informe anual este jueves 11 de enero, donde analiza la situación de más de 100 países.
HRW describe el “inmenso sufrimiento” causado por la guerra entre Israel y Hamás, la guerra entre los dos generales rivales en Sudán y los continuos conflictos en Ucrania, Birmania, Etiopía y el Sahel. “En 2023, la población civil fue blanco de ataques y asesinatos a una escala sin precedentes en la historia reciente de Israel y Palestina”, señala el informe.
2023, ATERRADOR POR LOS CRÍMENES DE GUERRA Y LA IMPUNIDAD
Acusa tanto a Hamás de “crímenes de guerra” por los ataques del 7 de octubre contra Israel, como a las fuerzas israelíes por las represalias contra la Franja de Gaza. En cuanto a Gaza, “uno de los crímenes más importantes cometidos es el castigo colectivo” de todos los civiles, “lo que equivale a un crimen de guerra”, al igual que el hecho de “matar de hambre” a la población, subraya la responsable de HRW, Tirana Hassan, en una entrevista a la AFP.
Human Rights Watch también condena las “violaciones masivas” de los derechos de los civiles en Sudán por parte de los dos generales rivales Abdel Fattah al Burhan y Mohamed Hamdan Daglo, y critica la “impunidad” que ha conducido a “ciclos repetidos de violencia” en el país durante los últimos veinte años.
Además de los conflictos armados, Human Rights Watch ha identificado varias tendencias que marcan la “erosión de los derechos humanos”, cuando se acaban de cumplir 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU.
EN 2023 AUMENTÓ LA IRA DE LOS GOBIERNOS: HRW
Así, “ha sido un 2023 aterrador no sólo por la represión de los derechos humanos y las atrocidades de la guerra, sino también por la ira selectiva de los gobiernos y la diplomacia transaccional que hace pagar el precio a aquellos cuyos derechos quedan excluidos”, insiste el informe de HRW.
HRW señala que “la desigualdad económica aumentó en todo el mundo, al igual que la ira por las decisiones políticas que han dejado a muchas personas luchando por sobrevivir. Los derechos de las mujeres y las niñas y de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT) se enfrentaron a duras reacciones en muchos lugares, ejemplificadas por la persecución de género de los talibanes en Afganistán”.
El informe critica en particular a la Unión Europea (UE), cuya “prioridad en política exterior con sus vecinos del sur sigue siendo contener a toda costa la salida de migrantes hacia Europa, perseverando en un enfoque fallido que ha puesto de relieve la erosión de los compromisos del bloque con los derechos humanos”.
INTENSIFICACIÓN DE LA REPRESIÓN
Otro blanco de este “doble rasero” es la diferencia entre la “rápida y justificada condena” de muchos países a los atentados de Hamás del 7 de octubre y las respuestas “mucho más comedidas”, sobre todo de Estados Unidos y la UE, a los bombardeos israelíes de Gaza.
O la falta de condena de la “intensificación de la represión” en China, especialmente en Xinjiang y el Tíbet o el trato a los inmigrantes que dispensa México, guardián para que no entren en Estados Unidos, argumenta HRW.
En este contexto, Human Rights Watch describe un sistema internacional de derechos humanos “amenazado”. Pero no roto. “También hemos visto que las instituciones pueden movilizarse para resistir y contraatacar”, asegura Tirana Hassan, refiriéndose en particular a la orden de detención dictada por la Corte Penal Internacional contra el presidente ruso Vladimir Putin. N