“Quien escribe, teje.Texto proviene del latín, “textum”, que significa tejido. Con hilos de palabras vamos diciendo, con hilos de tiempo vamos viviendo. Los textos son como nosotros: tejidos que caminan”
– EDUARDO GALEANO –
Bajo la impecable conducción de la maestra Catheryn Camacho, un grupo inesperado de amigas, amigos, familiares, alumnos, maestros, nos reunimos en el aula principal del Hermoso edificio de la Escuela de Política y Estrategia Global de la reconocida Universidad de California en San Diego (UCSD) el pasado “guadalupano”, 12 de diciembre en punto de las 13:00 horas. Resalto el término de inesperado, porque el espacio con capacidad de 50 lugares se vio completamente rebasado, ante la entusiasta audiencia. La celebración del acontecimiento no podría ser más emotivo y personal, cuando recibimos la generosa invitación del Doctor Rafael Fernández de Castro, Titular del Centro de Estudios “U.S. – México”, para presentar en el vecino País nuestra nueva aportación literaria, destacó la emocionante participación, porque jamás soñamos con la posibilidad de dicha presentación en una institución académica tan prestigiada y al mismo tiempo era un hecho que nos parecía inalcanzable, en fin, vaya elocuente entusiasmo y monumental fortuna. Además de la conductora señalada líneas arriba y de nuestro espléndido anfitrión, al que jamás podré pagarle y agradecerle, tantas y tan finas atenciones – como bien declamaba el inmortal José Alfredo Jiménez – nos hicieron el real honor de participar como comentaristas, dos de mis maestros de vida más elocuentes; Don Gaston Luken Aguilar y Don José Galicot Behar, sus palabras inevitablemente tan maravillosas como conmovedoras, no tienen parangón, lo cual les aprecio en toda su infinita dimensión. Dos personajes entrañables actuaron como presentadores, me resulta imposible, bajo cualquier circunstancia u ocasión, estar a la altura de las ilustres palabras de uno de ellos, que se manifiestan por sí solas como una gran e inesperada melodía de frases bellamente entrelazadas sobre el gran maestro Don David Piñera, más que merecidas y sobre el que teclea, recibidas por demás de forma totalmente inesperada por inmerecidas, lean, si no, el texto a continuación disertando esa media mañana, ya irrepetible, por el magistral promotor cultural, Don Pedro Ochoa Palacio que simplemente tituló “Presentación del libro de Historias de Baja California de Carlos Mora”…….
Presentación del libro Historias de Baja California de Carlos Mora.
En primer término, quiero agradecer a Rafael Fernández de Castro la oportunidad que me ha brindado para ser su colaborador los últimos dos años en el Centro de Estudios México Estados Unidos de la Universidad de California en San Diego, dónde traté de aportar y fue más lo que aprendí, en particular, del propio Rafael, que es un convencido de la relevancia de la frontera norte de México en la vida de nuestros dos países.
Dicho lo anterior, agradezco nuevamente a Fernández de Castro, pero ahora por la invitación que me ha hecho para presentar a dos personajes con quienes me une, una añosa amistad: David Piñera Ramírez y Carlos Mora Álvarez.
Tijuanenses, uno nacido en Nayarit, pero tijuanense de vocación y otro por los cuatro costados, ambos con un común denominador, comparten la preocupación por su ciudad, practican el civismo en el más alto sentido, como decían los romanos, el civismo “es el celo por el bienestar de la patria y las virtudes del buen ciudadano”. Sus principios buscan “conciliar el progreso material y moral de la ciudad”. Es, pues, aquello que hacen los habitantes por su ciudad: Civitas, civismo, cívico.
Pero esta primera aseveración es incompleta y por lo tanto imprecisa. La preocupación es la misma: la historia de la patria chica, Baja California, pero difieren del método aplicado para el acercamiento al objeto de estudio.
David Piñera Ramírez, nació Tepic, Nayarit, en 1935 y estudió derecho en la Universidad de Guadalajara, pero desde que era estudiante de licenciatura, encontró interés por estudiar los temas históricos, desde muy joven, habiendo sido profesor de historia universal y de historia de México. Es un destacado funcionario de la UABC con el rector Luis López Moctezuma. Pero decide hacer la maestría y el doctorado en la UNAM bajo la dirección del Dr. Miguel León Portilla. Desde donde propone un ambicioso programa de conferencias en la Universidad.
A partir los setentas Piñera se incorpora a la sociedad bajacaliforniana nuevamente a la UABC, pero desde ese momento actúa como un intelectual, en el sentido más amplio del término, siendo un activo promotor del conocimiento de la historia regional y local, investiga, publica, ofrece conferencias, da clases y brinda una visión de hechos y personajes, que forjaron la identidad y perfilaron nuestro devenir, desde la singular perspectiva que solamente otorga el conocimiento pleno de lo histórico.
Piñera, es fundador del Centro de Investigaciones Históricas (UNAM-UABC) y del Instituto de Investigaciones Históricas de la UABC, que ha realizado una serie de contribuciones para sistematizar y abrir nuevos campos de investigación sobre las distintas etapas del desarrollo de Baja California desde una óptica más moderna, con mayor rigor científico, a partir, de los efectos que producen la interacción del poder central y el impacto de la economía de California, de una sociedad emergente.
Piñera, aportara conocimientos para la investigación sociológica, política, economía. Me quiero detener un momento en este punto, el Centro viene a llenar un vacío en la documentación y análisis del pretérito, y al abundar en los temas y modificar su tratamiento, cambia el entendimiento y la percepción que se tenía del pasado al quitarle el velo de leyenda y convertirlo en historia, cruda, real de hombres de carne y hueso.
El doctor Piñera es autor, coautor y coordinador de una serie de obras fundamentales para el entendimiento de nuestra historia, como, Panorama Histórico de Baja California, Historia de Tijuana, Los Orígenes de Ensenada y la política nacional de Colonización, Visión Histórica de la Frontera Norte de México, Interacción de la Frontera México-Estados Unidos, Ocupación y Uso de suelo en Baja California. El ancho hilo conductor en la obra del Doctor Piñera es el conocimiento profundo y útil para comprender el funcionamiento de nuestra realidad social. También ha publicado Tijuana in history, la primera versión de la historia de Tijuana en inglés y Harry Crosby 1964.
En reconocimiento a su trabajo Piñera es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, de la Academia Mexicana de la Historia y de la Academia Mexicana de la Lengua.
Carlos Mora nació en Tijuana en 1962. Tiene estudios en derecho en la Universidad Iberoamericana. Ha sido asesor de organismos empresariales locales y nacionales. Ha sido regidor municipal. Y colaborador de Zeta, El Universal y Reforma. Mora irrumpió como autor en Tijuana en 2020 y uso ese verbo porque realmente arrolló los espacios publicitarios pocas veces visto por un escritor bajacaliforniano en espectaculares, presentaciones en espacios públicos y empresariales con acompañantes de alto nivel. Ha publicado desde entonces: Los Dones I y II; Las Doñas algunos Dones y otros amores; Migración, el rostro del siglo XXI; Crónicas de Viajes y Romances y -el actual- Historias de Baja California con presentación de Gastón Luken Aguilar.
Mora trata de explicar las aportaciones de las personalidades contemporáneas concretas que han hecho posible el desarrollo de Baja California, porque presupone que, en más de un sentido, el desenvolvimiento de las sociedades contempla la suma de voluntades particulares. Por ello, las vignetts que ha preparado desde Los Dones, Crónicas de viajes y romances e Historias de Baja California, son una acertada aproximación a los hacedores de la realidad de nuestros días de Tijuana y Baja California. Entiendo que su perspectiva tiene más el sentido de hacer un reconocimiento testimonial a los personajes que marcaron su formación y su vida, sin embargo, a mí me parece que se les puede colocar en un contexto mayor como la historia Baja California. Los libros de Mora deben ser reconocidos como un mapeo de personajes claves de la realidad de nuestra Baja California, particularmente en el mundo político y empresarial, abriendo nuevas ventanas a la investigación histórica de mayor profundidad. Aclaro, no pretende hacer historia si no mediante una cuidadosa selección de personajes y comentarios breves para definir una personalidad. Quiero reparar en el criterio de selección que da cuenta de una sociedad plural y compleja y es una perspectiva como la de Mora la que le permite acercarse a ella.
El trabajo literario de Mora como toda descripción literaria son arrimos, como toreros de temple, al personaje, pero más que nada, son el reflejo que el personaje ha dejado en el autor mismo, son las huellas que marcaron a Mora. El epígrafe de Mora podría ser “Si me has dejado una lección, escribo sobre ti”.
Piñera despacha en los archivos históricos donde hurga documentos desde temprano hasta las altas horas de la noche, consulta pesados volúmenes para extraer un dato, un nombre exacto o una fecha precisa. Piñera confía en la letra impresa en el papel inerte. David toma notas, las registra con exactitud. Tiene miles de estas, al relacionarlas, los temas brotan ante sus ojos con absoluta naturalidad. Así parece, pero son producto de años de estudio.
En cambio, Mora despacha desde muy temprano en cafeterías, al mediodía en restaurantes y en la noche, en las mejores barras de Tijuana, San Diego y la Ciudad de México. Ah, pero eso sí, cuando llega al desayuno ya leyó todos los periódicos locales y nacionales, sobre todo las columnas políticas. En un mundo tan volátil, Mora sabe que lo mejor es anticiparse a los hechos y a los cambios, así, que a media mañana le habla a los columnistas más importantes del país que son sus amigos (Sergio Sarmiento, René Delgado, Carlos Loret, Jesús Silva Herzog-Márquez, Jorge Zepeda, Enrique Sánchez Díaz y Odilón García), amplía el contexto para confirmar las notas y empezar a especular. A la hora de la comida Mora ya sabe que los cambios se consumaron y en la cena está dispuesto a celebrar si le favorecieron o no, ya da lo mismo. Es de los hombres mejor informados que conozco. Mora confía en la calidez de un apretón de manos, en la nitidez de una mirada y en la palabra dicha con verdad. Entonces saca un fino estilógrafo para hacer una pequeña anotación en un cuadernillo.
Piñera va tejiendo historias lentamente, una conclusión le permite la siguiente reflexión: “Quien escribe, teje. Texto proviene del latín, “textum” que significa tejido. Con hilos de palabras vamos diciendo, con hilos de tiempo vamos viviendo. Los textos son como nosotros: tejidos que caminan.” Dice Eduardo Galeano.
A Mora le gana la velocidad de los acontecimientos, la urgencia por los cambios. Pero está consciente que, si no se está preparado para estar dentro de la coyuntura, en el eje del huracán, lo deglute el bombardeo noticioso de los medios. Entonces allí Mora se acoraza de sus principios, que se pensaban olvidados, la familia, la lealtad y las amistades. Pero es tanto lo que sabe, es tanto lo que ha escuchado en interminables comidas y cenas que quiso escribir, publicar. Como es un observador privilegiado del acontecer nacional lo ha querido compartir con nosotros, sus lectores.
Piñera sabe qué luces y qué sombras arroja el pasado sobre el presente. Mora quiere saber quien enciende la luz en el presente para que lo ilumine aunque sea un poco.
Para finalizar otras dos coincidencias entre ambos, el sentido del humor: no hay manera que en sus presentaciones no se esboce una sonrisa o una franca carcajada, saben encontrar un punto de humor en la formalidad que nos hemos impuesto y en las tragedias de nuestro entorno. Y una más, quizás la más importante: ambos están enamorados, Mora se casó hace unos meses y no nos invitó y David Piñera lo hará pletórico de juventud el próximo mes de febrero de 2024, felicidades para ambos.
San Diego, California, a 12 de diciembre de 2023.
AÑORANZA:
“De todas las presentaciones que he tenido la fortuna de acompañarte, amor mío, está fue, quizá la más bella, porque estaba llena de amor”, con estas palabras me despertó mi amada GEMY, la mañana siguiente, para ser exactos el 13 de diciembre. Seguramente le asiste la razón, como resulta invariablemente, el quizá está basado, concedimos en las tres parejas plena y totalmente enamoradas que coincidimos ese ilustre y perdurable día de la Virgen de Guadalupe, en San Diego inolvidable.
Hasta siempre, buen fin. N
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