En los últimos meses, una de las noticias más recurrentes ha sido la llegada de múltiples empresas a México. Ello se traduce en que el país se encuentra en un momento crucial para su desarrollo económico y que, si bien enfrenta desafíos significativos, también tiene oportunidades inmensas para su crecimiento y prosperidad. Esto se debe a la reubicación que varias compañías están teniendo, un fenómeno conocido como nearshoring.
Recientemente, hemos visto cómo nuestro país se ha posicionado como un atractivo destino para las empresas que buscan aprovechar los beneficios de esta nueva forma de hacer negocios, donde trasladan sus operaciones a otros países con el objetivo de estar más cerca de sus consumidores finales.
En México, debido a que el gobierno ha implementado políticas que favorecen este fenómeno, la práctica se ha convertido en un impulsor para la economía. A ese respecto, considero que existen tres puntos clave que han hecho que empresas internacionales volteen a ver al país.
En primer lugar, México comparte una frontera extensa con Estados Unidos, lo que resulta muy valioso para las compañías, ya que reduce los costos de transporte y tiempo de entrega hacia los clientes que se encuentran en ese país.
Otro factor crucial es el T-MEC, el cual ha creado un entorno más favorable para el comercio entre Canadá, Estados Unidos y México promoviendo la inversión extranjera en nuestro país.
Finalmente, la fuerza laboral mexicana es altamente capacitada y tiene una larga tradición en la industria manufacturera que puede ser aprovechada por las compañías para innovar en sus productos y servicios sin comprometer su calidad.
TALENTO DE MÉXICO PARA TODO TIPO DE EMPRESAS
Específicamente hablando del impulso que el talento de México está teniendo, considero que también este es uno de los dos motivos por los que este fenómeno es una gran oportunidad para el país; el otro es el crecimiento que las pequeñas y medianas empresas experimentan a raíz de la inversión extranjera.
Estos dos resultados positivos forman parte de una serie de beneficios, en donde el impacto económico es el más notorio, mas no es exclusivo de las compañías ni de sus trabajadores, sino que crea un círculo virtuoso en el que también se favorecen los habitantes de las comunidades donde las compañías instalan sus operaciones.
La manera en la que esto sucede es mediante la creación de empleos, no solo directos dentro de las nuevas empresas que llegan, sino también indirectos a través de la expansión de aquellas ya presentes en la región, así como con la apertura de nuevos establecimientos para proveer servicios a compañías más grandes.
Ante ello, muy probablemente nos hemos preguntado cuál es el papel de las empresas para que este fenómeno tenga el mejor impacto posible, pues estas desempeñan un papel crucial en la adopción exitosa de la reubicación de empresas en México.
En primer lugar, deben reconocer las oportunidades que ofrece esta tendencia y estar dispuestas a invertir en este traslado de operaciones y la capacitación de su fuerza laboral. La inversión inicial puede ser significativa, pero los beneficios a largo plazo, en términos de eficiencia y competitividad, pueden ser enormes.
CERTEZA PARA ATENDER EL NEARSHORING
Es fundamental que las compañías que ya estamos en el país demos certeza de que estamos listas para atender a aquellas que se están reubicando. Por ejemplo, debemos de tener en mente que estas operaciones son innovadoras, por lo que buscan socios estratégicos que también lo sean.
México está en una posición única para aprovechar este fenómeno y fortalecer su economía. Las inversiones, la mitigación de riesgos y la colaboración empresarial son solo algunas de las razones por las cuales la reubicación tiene el potencial de ser una estrategia ganadora para el país.
Es indispensable reconocer que los beneficios de las inversiones extranjeras para reubicar empresas en México van mucho más allá de los actores directos como los empresarios y las nuevas contrataciones. Debemos ver que este fenómeno es una oportunidad única para crear un círculo virtuoso que beneficie a la población en general mediante una mayor derrama económica.
Si estas acciones, junto con tantas impulsadas por el sector industrial, se gestionan correctamente, estoy convencido de que estamos en el camino hacia un futuro más sostenible, próspero y competitivo para México en la economía global. N
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Carlos Jiménez es vicepresidente de Operaciones de Empaque México, Smurfit Kappa Norteamérica. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.