Más de 11,600 niños cruzaron el mar Mediterráneo para llegar a Italia sin sus padres o tutores legales entre enero y mediados de septiembre de 2023. Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el total representa un aumento del 60 por ciento con respecto al año pasado, cuando unos 7,000 niños no acompañados o separados hicieron la peligrosa travesía.
Lampedusa, una pequeña isla del sur de Italia, es a menudo el primer puerto de llegada para las personas que buscan asilo, seguridad y oportunidades en Europa. El número de entradas alcanzó su punto máximo este mes, con 4,800 personas llegando en un solo día, informó este viernes 29 de septiembre Unicef.
LOS NIÑOS CRUZAN EL MEDITERRÁNEO EN BOTES DE MALA CALIDAD
Según Unicef, los niños que realizan estos viajes solos a menudo se colocan en botes inflables superproportados o barcos de pesca de madera de mala calidad, inadecuados para las malas condiciones climáticas. Algunos menores se colocan en la bodega del barco, otros en barcas de hierro especialmente peligrosas para la navegación.
La falta de capacidades de búsqueda y rescate coordinadas y adecuadas a nivel regional y de cooperación en el mar agravan los peligros a los que se enfrentan los niños cuando cruzan.
La directora regional de Unicef para Europa y Asia Central, Regina de Dominicis, dijo que “el Mediterráneo se convirtió en un cementerio para los niños y para su futuro”. Para la representante, el alto número de niños que buscan asilo y seguridad en Europa “es el resultado de elecciones políticas y de un sistema migratorio fallido”.
La guerra, los conflictos, la violencia y la pobreza se encuentran entre los principales factores que hacen que los niños huyan solos de sus países de origen. “La evidencia muestra que los niños no acompañados corren el riesgo de ser explotados y abusados en todas las etapas del viaje, siendo los menores del África subsahariana los más propensos a sufrir diversos tipos de violencia”.
LOS NAUFRAGIOS NO DEJAN SOBREVIVIENTES
Según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), entre junio y agosto de este año, al menos 990 personas, incluidos niños, murieron o desaparecieron cuando intentaban cruzar el Mediterráneo Central. Esta cifra equivale al triple de las muertes el verano pasado en la región.
Muchos naufragios no dejan sobrevivientes, y varios casos no se registran, lo que hace que el número real de víctimas probablemente sea mucho mayor. Este viernes, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), informó que más de 2,500 migrantes murieron o desaparecieron al intentar cruzar el Mediterráneo hacia Europa desde principios de 2023.
“Al 24 de septiembre, más de 2,500 personas estaban registradas como muertas o desaparecidas” y esa cifra es casi 50 por ciento mayor “que las 1,680 personas durante el mismo periodo en 2022”, declaró Ruven Menikdiwela, directora de Acnur en Nueva York, en una reunión del Consejo de Seguridad dedicada a la crisis migratoria en el Mediterráneo. N