Un deshonroso primer lugar, de acuerdo con los datos del INE el estado que menos participación tuvo en el proceso electoral 2020-2021 fue Baja California con solo el 37.7% de los electores registrados, mientras que a nivel nacional el 52.67% de los mexicanos salieron a votar. A nivel nacional los electores entre 19 y 39 años representan el 50% del electorado, pero son los que menos votan. En Baja California los jóvenes entre 25 y 29 años solo votaron el 26%, comparado con un 39.6% a nivel nacional.
Este fenómeno de baja participación ciudadana impacta negativamente en la competitividad territorial. De acuerdo a los autores del libro “porqué fracasan las naciones”, Robinson y Acemoğlu, proponen que la baja participación ciudadana en la vida pública debilita las instituciones, concentrándose la toma de decisiones en unos pocos que eventualmente privilegian sus intereses particulares. Partiendo de la definición de Douglas North sobre las instituciones como las reglas del juego y las restricciones auto impuestas en las interacciones humanas, podemos considerar que, a mayor participación ciudadana en el proceso de definición de estas reglas, tendremos instituciones más incluyentes y de beneficio más amplio. Reglas como el libre mercado y competencia, el derecho a la propiedad, libertad de expresión, los derechos humanos, etc. Así cómo los mecanismos para proteger estas instituciones, la forma de organizarnos y de tomar decisiones colectivas por un bien común. En el caso de México los procesos electorales y democráticos.
La competitividad territorial se basa en tener reglas claras, firmes, confiables y duraderas. La fortaleza de estas instituciones son lo que da confianza al empresario de tomar riesgos e invertir en nuevas formas de brindar bienes y servicios a los demás. En la medida que desconfiamos de las instituciones, nuestra capacidad de innovar y de crear valor se desvanece, mermando la productividad y la competitividad. Se disminuye nuestra intención de colaborar con otros, de compartir conocimiento e ideas, de asociarnos y de crear sinergias sumando talentos complementarios. En resumen, perdemos competitividad y oportunidades de crecimiento económico. Así que como empresarios nos conviene fortalecer las instituciones, nos conviene promover la participación ciudadana, y todo empieza con una credencial de elector.
Una de las principales razones por las que el grupo de edad entre 25 y 29 años no vota, es porque no tienen actualizada su credencial electoral, ya que es una época en la vida de gran movilidad geográfica. En Baja California aproximadamente un 20% de estos jóvenes, su domicilio registrado en el padrón electoral es diferente al de su residencia actual, lo que les impide votar totalmente. Según una encuesta publicada por la organización civil MeVeo.mx la principal razón por la cual los jóvenes no actualizan su credencial es por el trabajo, por no tener el tiempo disponible. Así que, como empresarios, si queremos incrementar las oportunidades económicas, démosles a nuestros empleados el tiempo y los medios para actualizar su credencial, y demos incentivos a todos los que tengan su credencial vigente. Promovamos la participación ciudadana en las votaciones y demos los medios a todos nuestros empleados para que salgan a votar el próximo 2 de junio de 2024, cuando tendremos la elección más grande de la historia de México. No solo estará en juego la presidencia, si no más de 20 mil cargos a nivel federal y local, incluyendo 9 gobernaturas. En Baja California se elegirán Senadores, Diputados Federales, Diputados Estatales y 6 presidentes municipales con sus cabildos.
Autor: Dr. Flavio Olivieri
Profesor investigador de Competitividad y Estrategia Empresarial en CETYS Universidad. Doctor en Estudios del Desarrollo Global y cuenta con más de 32 años en la promoción del desarrollo económico regional en Baja California y San Diego, California.
Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.