En el primer semestre del año, ha sido notoria una alarmante tendencia al alza en casos de desaparición de adolescentes entre los 13 y 15 años, según informaciones proporcionadas por el presidente de la Fundación Todos Somos Erick Carrillo. Esta preocupante situación ha encendido las alarmas, ya que pone de manifiesto la descomposición social y la falta de firmeza en los hogares, factores que exponen a los jóvenes a situaciones de riesgo para su integridad.
Eddy Carrillo Palafox, activista y defensor de derechos humanos, expresó su inquietud frente a este crecimiento significativo en la desaparición de adolescentes durante el año 2023. “Hemos observado un repunte considerable en las desapariciones de jóvenes de entre 13 y 15 años. Este año hemos presenciado numerosos casos de desapariciones, y algunos de ellos, afortunadamente, han sido localizados de manera inmediata”, afirmó Carrillo.
Según los datos proporcionados por la Fiscalía General del Estado, se han registrado alrededor de 2.500 casos de denuncias de desapariciones en todo el estado, de los cuales aproximadamente el 25 por ciento corresponde a menores de edad. Es importante tener en cuenta que estas cifras se basan únicamente en las carpetas de investigación oficialmente abiertas, por lo que existe la posibilidad de que haya numerosos casos que no sean denunciados formalmente.
Carrillo destacó que, desde su perspectiva, el incremento de situaciones adversas que afectan a los jóvenes no solo se debe al alto índice de criminalidad en el estado, sino también a la falta de rigurosidad por parte de los padres hacia sus hijos. Por ello, hizo un llamado a las familias para que actúen con firmeza y establezcan límites claros. “Además de la inseguridad, también se ha perdido el respeto hacia las familias, los padres, los abuelos y los hermanos. Creo que debemos ser firmes con nuestros hijos, porque si no regresan a casa a tiempo, debemos frenarlos de inmediato. También debemos prestar atención a las amistades con las que se relacionan en la escuela, ya que los narcocorridos también son una influencia peligrosa”, agregó el activista.
Ante esta preocupante situación, se hace imprescindible implementar estrategias de prevención tanto en las escuelas como en los hogares. Existe una marcada descomposición social que, sumada a la creciente incidencia delictiva, puede influir en que los jóvenes se vean atraídos por actividades que pongan en peligro su integridad y bienestar.
Es fundamental que la sociedad en su conjunto tome conciencia de esta problemática y participe activamente en la búsqueda de soluciones. La protección y seguridad de nuestros adolescentes dependen del trabajo conjunto entre instituciones, familias y comunidad en general. N