En Estados Unidos, la Corte Suprema anuló este jueves 29 de junio los programas de discriminación positiva en las universidades. Seis jueces conservadores dictaminaron, en contra de la opinión de los tres progresistas, que los procedimientos para el ingreso en los campus universitarios basados en el color de la piel o el origen étnico de los solicitantes son inconstitucionales.
EL ALUMNO NO DEBE SER TRATADO EN FUNCIÓN DE RAZA
“El alumno debe ser tratado en función de sus experiencias como individuo, no en función de su raza”, escribió el presidente de la Corte Suprema, John Roberts. Los magistrados de línea conservadora señalaron que las universidades son libres de considerar la experiencia personal de un solicitante, es decir, si sufrió racismo, a la hora de sopesar su solicitud frente a otros más calificados académicamente.
Pero decidir principalmente en función de si es blanco o negro no está permitido, es en sí mismo discriminación racial, aseguran. “Nuestra historia constitucional no tolera esa elección”, añadió Roberts.
En 1960, varias universidades introdujeron criterios raciales y étnicos en sus procedimientos de admisión. El propósito fue corregir las desigualdades derivadas del pasado segregacionista de Estados Unidos. Como resultado aumentó la proporción de estudiantes negros, hispanos o indios estadounidenses en sus aulas.
HARVARD, UNA UNIVERSIDAD A FAVOR DE LA DISCRIMINACIÓN POSITIVA
La Corte Suprema se había pronunciado en contra de las cuotas en varias ocasiones desde 1978. Sin embargo, siempre ha autorizado que las universidades tengan en cuenta criterios raciales. Hasta ahora, había considerado “legítima” la búsqueda de una mayor diversidad en los campus, aunque ello supusiera quebrantar el principio de igualdad entre todos los estadounidenses.
Esta sentencia parte de una demanda presentada en 2014 contra los centros universitarios privados y públicos más antiguos de Estados Unidos: Harvard y la Universidad de Carolina del Norte. Un activista neoconservador, Edward Blum, lideró una asociación llamada “Estudiantes por una Admisión Justa” (“Students for fair admission”) y los acusó de discriminar a los estudiantes asiáticos.
LA DISCRIMINACIÓN POSITIVA FUE LLEVADA A TRIBUNALES
El aumento de Blum fue que los estudiantes asiáticos, cuyos resultados académicos están muy por encima de la media, serían más numerosos en los campus si su rendimiento fuera el único criterio de selección. Tras varias derrotas en los tribunales, recurrió directamente a la Corte Suprema, que actualmente tiene dos jueces afroestadounidenses y uno hispano, hoy la anulación de la norma está hecha.
Por su parte, este mismo jueves, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, expresó su desacuerdo con la sentencia. “Estoy fuertemente, fuertemente en desacuerdo con la decisión del tribunal”, dijo durante un discurso televisado. Añadió que las universidades “no deben abandonar su compromiso de garantizar que el alumnado tenga orígenes y experiencias diversas que reflejen todo Estados Unidos”. N
(Con información de AFP)