Los cinco sobrinos de la fallecida escritora María Kodama, viuda de Jorge Luis Borges, fueron declarados herederos universales del legado del célebre autor argentino, informó a la AFP el abogado de la familia, Fernando Soto.
Jorge Luis Borges está considerado uno de los más grandes escritores de poemas, ensayos y cuentos en lengua hispana. Falleció a los 86 años en la ciudad suiza de Ginebra. El autor nunca recibió el Premio Nobel de Literatura que el mundo de las letras reclamaba.
NO HUBO TESTAMENTO SOBRE LAS PROPIEDADES DE JORGE LUIS BORGES
La viuda y heredera universal del autor de obras maestras como “Ficciones”, “El Aleph“, “Inquisiciones”, “Historia Universal de la infamia” y “El libro de arena” murió el pasado 26 de marzo en Buenos Aires, a los 86 años, sin dejar testamento.
Borges tuvo en Kodama a una compañera durante las últimas décadas de su vida y contrajo matrimonio con ella dos meses antes de morir en Suiza. Soto reveló a la AFP el dictamen del Juzgado Civil 11 que resuelve: “Declarar, en cuanto hubiere lugar por derecho, que, por el fallecimiento de María Kodama, le suceden, en su carácter de universales herederos, sus sobrinos Mariana del Socorro, Martín, Matías, María Victoria y María Belén.
En caso de no haber mediado la declaración judicial, la herencia de Borges, compuesta de propiedades inmuebles, biblioteca y manuscritos, entre otros bienes, habría quedado bajo custodia del Estado. La casa Penguin Random House anunció este año la reedición del primer libro del escritor, el poemario “Fervor de Buenos Aires”.
LA RELACIÓN ENTRE KODAMA Y BORGES
La relación entre Kodama y Borges se inició cuando descubrieron un amor compartido por el idioma inglés e incluso el anglosajón antiguo y el islandés. Lo había conocido cuando ella tenía tan solo 16 años y era estudiante de literatura. Su padre la había llevado a escuchar una conferencia del autor de “El informe de Brodie”, “Historia universal de la infamia” y “El libro de arena”.
Poco después, María se encontró con Borges en una librería, pese a que él era 38 años mayor que ella, y tras platicarle que ella quería estudiar literatura, no se separaron. “Yo extraño a Borges y cómo nos divertíamos. Mis amigos me decían ‘cómo salís con el viejo de los laberintos (imagen frecuente en los ensayos borgeanos), es un espanto’”, contó en una edición de la Feria del Libro de Guadalajara, México. “Pero vengan y conózcanlo. Es una persona divertidísima y los laberintos me fascinan. Yo lo pasaba bomba con él. No soy masoquista. Era una persona muy querible”, añadió en aquella ocasión. N