Lo que un día fue una represa que recorrían lanchas coloridas con visitantes, hoy es una porción de tierra agrietada y seca en el Parque Ecoturístico de la comunidad El Cerezo, a media hora de Pachuca.
Atrás quedaron las tardes en las que familias enteras disfrutaban de una carne asada, una caminata o de sentarse en las verdes llanuras que rodean lo que un día fue un estanque azul.
Esto, debido a que el estiaje que azota a la entidad y las altas temperaturas secaron el cuerpo de agua, que se ubicaba en uno de los parques ecoturísticos más visitados de Hidalgo.
Con un recorrido, Criterio constató que las pequeñas lanchas se encuentran varadas a la orilla del dique que dejó la ahora extinta represa, donde las grietas cada vez avanzan más en la porción de tierra que un día estuvo cubierta de agua.
En el lugar, pocos son los comerciantes que quedan, solamente una mujer, la que recibe a los visitantes al lugar.
El área de cocina, asadores y hasta las tirolesas permanecen cerradas, en espera de que llegue el fin de semana y con él, algunos visitantes que quieran disfrutar del calor sin la presencia del lago artificial.
El parque se encuentra en la carretera a Mineral del Chico, cerca del Valle de los Enamorados y a espaldas de otro centro recreativo: El Cedral, que también presenta niveles bajos en su presa.
Llegar al sitio en automóvil desde el centro de Pachuca toma entre 25 y 30
minutos, mientras que para transporte público una de las rutas sale de la base de La Asunción.
Este, junto con otros cuerpos de agua de mayor extensión, como la laguna de Metztitlán, son las víctimas del estiaje en la entidad, que afecta a cientos de familias que obtienen su sustento de actividades turísticas.
Por Luis Godínez
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