Estados Unidos anunció este miércoles 12 de abril que designó a la xilazina, también conocida como tranq o droga zombi, como una “amenaza emergente”. El fin es poder, por ejemplo, liberar fondos para luchar contra esta sustancia que causa estragos en el país.
“Es la primera vez en la historia de nuestra nación que una sustancia se designa amenaza emergente”, declaró en rueda de prensa el doctor Rahul Gupta, director de la oficina encargada de la lucha contra las drogas en la Casa Blanca.
LA XILAZINA, UN SEDANTE Y ANALGÉSICO
La xilazina, autorizada como sedante y analgésico veterinario desde 1972 por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), solo está aprobada para su uso en animales. Su consumo puede ralentizar la respiración y el ritmo cardiaco de las personas hasta niveles peligrosos y causar infecciones que pueden provocar la amputación de las extremidades.
Entre 2020 y 2021, la detección de xilazina por parte de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) aumentó casi 200 por ciento en el sur del país y más de 100 por ciento en el oeste. La designación como una amenaza emergente permitirá utilizar los fondos solicitados por el presidente Joe Biden al Congreso para los presupuesto de 2024, dijo Gupta.
UN PROBLEMA DE EUA
“Necesitamos el apoyo del Congreso”, imploró, para no tener que desviar dinero destinado a otras causas. “No es un problema de los estados” demócratas o republicanos, “es el problema de Estados Unidos”, insistió.
El gobierno está obligado, dentro de los tres meses siguientes a la designación, a presentar un plan de acción al Congreso, que abordará varias áreas: más pruebas para detectar la droga y análisis para entender mejor de dónde viene con el fin de luchar contra su creciente presencia en el mercado ilegal.
UN ANTÍDOTO PARA UNA “AMENAZA EMERGENTE”
La investigación médica es otra prioridad. “Reuniremos a expertos nacionales en este ámbito para identificar los enfoques más prometedores para la estabilización clínica, la gestión de la abstinencia y los protocolos de tratamiento”, detalló Rahul Gupta.
Además “necesitamos un antídoto”, agregó. La naloxona, aprobada en a finales de marzo por la FDA se usa para reanimar a una persona que sufre una sobredosis por un opioide, por ejemplo el fentanilo, pero no es eficaz contra la xilazina. El fentanilo y la xilazina, ambos sintéticos, se suelen consumir juntos, según la DEA.
(Con información de AFP)