El marco teórico utilizado para evaluar a las empresas que se encuentran en el proceso de selección para convertirse en Mejores Empresas Mexicanas consiste en un modelo de trabajo que analiza cómo una empresa genera valor y qué acciones debe tomar para mejorar sus resultados. A este marco se le denomina Mapa de Valor® de Deloitte (Value Map™) y fue creado por la firma hace más de 20 años.
En este modelo se consideran cinco impulsores de valor. Los primeros tres son “Crecimiento en ventas”, “Margen operativo” y “Administración de activos” e incluyen indicadores financieros relacionados. Mientras, los otros dos son “Fortalezas y factores externos” y “Talento y sostenibilidad” y están enfocados en el desempeño de factores cualitativos. Este último impulsor fue creado para la iniciativa MEM, en colaboración con Citibanamex y el Tecnológico de Monterrey.
Todos los impulsores de valor se conforman de acuerdo con 36 dimensiones de gestión, las cuales se relacionan entre sí. A través de este modelo de referencia, las compañías obtienen un amplio conocimiento de sus fortalezas y áreas de oportunidad.
Los impulsores y los elementos de valor disponibles para las empresas abarcan varios incisos y observaciones de mucha relevancia.
IMPULSORES PARA LAS EMPRESAS
Crecimiento en ventas. Consolida las actividades que incrementan los ingresos por precio, volumen o su combinación. Por ejemplo, estrategias de mercadotecnia, técnicas de comercialización, innovación y diferenciación en productos y servicios, retención de clientes, fijación de precios y procesos de exportación.
Margen operativo. Reconoce las estrategias que realiza la empresa para controlar o reducir costos y gastos y, a su vez, incrementar el margen de utilidad. Este impulsor considera las prácticas sobre automatización del servicio, metodologías y el uso de tecnología para optimizar los procesos, compras y proveedores, optimización logística y responsabilidades fiscales.
Administración de activos. Revisa el manejo de los activos tangibles e intangibles contenidos en el balance general de la empresa. Se analiza la gestión de los activos, la administración de los inventarios, así como producto en proceso y terminado, cobranza a sus clientes y el pago a proveedores.
Manejo de fortalezas y factores externos. Considera las prácticas que realiza la empresa en el presente para contribuir a su permanencia en el futuro, y evalúa su capacidad para mantener y mejorar su gestión a corto, mediano y largo plazo. Conjunta elementos como gobierno corporativo, planeación estratégica, uso de indicadores, estandarización y documentación de los procesos de negocio.
Talento y sostenibilidad. Revisa las actividades referentes a la gestión de los recursos humanos y al impulso de la sostenibilidad por parte de la empresa. Conjunta características de atracción y retención de los colaboradores, desarrollo profesional, incentivos monetarios y no monetarios y la gestión del impacto ante cualquier proceso de transformación. N