La presencia de menores de edad en los antros ubicados en el municipio de Aguascalientes sigue siendo un problema en este tipo de establecimientos, afirmó el director de Reglamentos, David Ángeles Castañeda, quien comentó que los operativos de vigilancia por parte de la dependencia se hacen de manera frecuente.
En entrevista, el funcionario capitalino mencionó que la presencia de los menores es la segunda falta más recurrente entre los centros nocturnos, seguido de otras como las riñas o el exceso de ruido denunciado por los vecinos.
“La principal causa a nivel general de clausura de los lugares es por fuera de horario. Después viene la segunda que es por consumo de alcohol por menores, y la tercera que es por las riñas, más o menos en ese orden. Luego viene algo menor como el ruido”.
Ángeles Castañeda detalló que tan solo en el mes de diciembre, la dirección detectó ocho establecimientos nocturnos que incurrieron en esta falta, por lo que se encuentran dentro del debido procedimiento.
El director agregó que la inspección relacionada con los menores de edad no se limita a la presencia de los jóvenes en los antros o bares, sino que se incluye la venta y consumo de bebidas embriagantes en tiendas y depósitos.
“Es la constante de todos los días, es algo que checamos diariamente, no solamente en las noches sino también de día y no solamente en consumo, sino en la venta de alcohol a menores ya sea en tiendas o depósitos”.
Drogas también entran a antros y bares
En el mismo sentido, el director de Reglamentos Municipal confirmó que se han encontrado a clientes con envoltorios de drogas dentro de los centros nocturnos. Apuntó que una de las drogas encontradas con mayor frecuencia es la cocaína.
“En el último mes del año pasado estuvimos haciendo un operativo especial con la fiscalía, policía estatal y municipal e incluso la Guardia Nacional y sí detectamos cinco lugares donde había consumo de droga, obviamente los lugares se clausuraron y al final, cada lugar debe tener la seguridad”.
Ante ello, Ángeles Castañeda dijo que no se ha detectado una red tráfico de sustancias dentro de los establecimientos, sino que son los propios jóvenes los que resguardan estos envoltorios para su consumo personal.