Los villancicos son melodías interpretadas por los habitantes de un lugar para contar cualquier situación cotidiana. Hablan de historias de amor, pero también de la Navidad. Uno de los cánticos más populares en esta temporada es “Jingle Bells”, del autor James Pierpont. Sin embargo, con motivo de la guerra entre Ucrania y Rusia, se creó una versión parecida bajo el nombre de “Jingle Bombs”.
“Huyendo bajo la nieve, dejando atrás nuestro hogar, por los campos vamos llorando todo el camino/ Las bombas estallan haciendo brillar el cielo/ Qué triste es huir como refugiados esta noche/ Suenan campanas/ Suenan campanas/ Suenan todo el camino / Oh, qué triste dejar nuestras casas (…)”, dice la letra de la canción, acompañada con imágenes de las consecuencias que ha dejado el conflicto desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022.
La responsable detrás de “Jingle Bombs, así suena la navidad para miles de personas en Ucrania” es la organización Amnistía Internacional España, de la mano de la agencia VMLYR. En el video, de casi 60 segundos, denuncian la situación que atraviesa gran parte de la población en esta temporada navideña. Al momento, el villancico suma 5,227 visualizaciones.
ADULTOS MAYORES CORREN MÁS RIESGO EN UCRANIA AL NO ENCONTRAR ALOJAMIENTO
En un reciente informe titulado “‘Solía tener un hogar‘: la experiencia de la guerra, el desplazamiento y el acceso a las vivienda de las personas mayores”, Amnistía Internacional documentó cómo las personas seniles se quedan a menudo en zonas afectadas por la guerra porque no pueden huir. Esto las expone a sufrir perjuicios y a condiciones de vida altamente peligrosas por permanecer en viviendas dañadas.
“Gran parte de las personas que huyen no pueden pagar un alquiler y miles han tenido que quedarse en instituciones estatales desbordadas, las cuales no tienen personal suficiente para proporcionar el nivel de cuidado necesario”, critica la organización de derechos humanos.
Aunque el gobierno ucraniano ha hecho esfuerzos significativos para evacuar a la población de las zonas afectadas, incluso con el anuncio de evacuación obligatoria de alrededor de 200,000 personas de la región de Donetsk en julio, “la logística de garantizar alojamiento no debe recaer solo en el país”, apunta Amnistía.
Una de las historias que comparte la organización en el documento es la de Nina Silakova, una mujer de 73 años a quien se desplazó de la región de Luhansk y desalojó dos veces de un departamento de alquiler. La primera fue en agosto tras sufrir un ataque al corazón, cuando la propietaria temió tener que cuidarla, y después en octubre.
Según anunció el Ministerio de Política Social de Ucrania, entre febrero y julio de 2022, al menos 4,000 personas mayores vivían en instituciones estatales. Lo anterior, luego de perder su casa durante el conflicto. En esa ruta, Amnistía Internacional encontró que los refugios eran físicamente inaccesibles para la gente de edad avanzada con discapacidad, pues no tenían el personal suficiente para ayudar. N