“Antes ni Dios nos salvaba con los pandilleros, hoy es distinto”, recuerda el pastor evangélico Mauricio González en el barrio La Campanera, un bastión de pandilleros tomado por militares en la ciudad de El Salvador de Soyapango, cercada como parte de la guerra contra esos grupos criminales.
Armados con fusiles de asalto, los militares buscaban este domingo 4 de noviembre casa por casa a miembros de las temidas pandillas en las colonias o barrios de la populosa ciudad, vecina de San Salvador. En esa vía, el presidente Nayib Bukele anunció en su cuenta de Twitter que en dos días “más de 140 pandilleros han sido arrestados dentro del cerco”.
González, de 52 años y con una biblia en mano, explicó a la AFP que desde hace 10 años nadie de su iglesia “podía poner un pie” en La Campanera. Rodeada por verdes cerros y otras colonias, La Campanera, donde residen en su mayoría trabajadores de fábricas, es conocida por ser un bastión de Barrio 18. Esta es una de las pandillas más violentas que opera en el país.
“Yo fui amenazado de muerte por predicar de Dios a los jóvenes de este lugar, la pandilla no lo toleró, no vine más”, aseguró González, que este domingo llegó al lugar junto a una treintena de personas a predicar.
El municipio de Soyapango, el más poblado de nuestro país, está totalmente cercado desde ayer en la madrugada.
En menos de 48 horas, más de 140 pandilleros han sido arrestados dentro del cerco.
El Control Territorial ya es totalmente del Estado. pic.twitter.com/JI81dCZXnq
— Nayib Bukele (@nayibbukele) December 5, 2022
Desde el sábado, Soyapango fue cercada por 8,500 soldados y 1,500 policías en el marco de la estrategia del gobierno de Bukele contra las pandillas. Este domingo la policía informó en su cuenta de Twitter la captura de uno de los principales líderes a nivel nacional del Barrio 18 en la colonia San José de esta localidad. Se trata de Guillermo Alexander Pineda, alias Lazy. Según la policía, “era uno de los terroristas más buscados del país, quien ordenaba homicidios y extorsiones a nivel nacional”.
MÁS DE 58,800 PANDILLEROS DETENIDOS EN EL SALVADOR
Un grupo de militares está apostado en la entrada de la única calle de acceso a La Campanera, registrando a todo el que entra y sale a pie o en carro; otros patrullan en carros blindados en las afueras de los pasajes, las callejuelas que hay entre las casas de ladrillos de concreto en esta colonia obrera.
Los vecinos caminan tranquilos y compran en pequeños negocios colocados en las aceras. Cuando los pandilleros controlaban el lugar, cuentan, había menos negocios, pues sus dueños no podían pagarles el cobro de la extorsión.
“Solo el que no ha vivido aquí no se daría cuenta lo diferente que estamos viviendo. Hoy todo esta más seguro, la gente se ha animado a poner su negocio, ya no se ven a los muchachos (pandilleros) en los pasajes”, narró Etelvina Rosas, de 36 años, quien vendía frutas.
La mujer recordó que en “varias” ocasiones tuvo que pagar la extorsión a la pandilla del lugar. La guerra contra las “maras”, que Bukele lanzó el 27 de marzo al amparo de un estado de excepción, ha llevado a la detención de más de 58,800 presuntos pandilleros, según cifras oficiales. El régimen de excepción se prorrogó por el Congreso hasta mediados de diciembre.
Las acciones implementadas por el gobierno en Soyapango, en virtud del estado de excepción que ha sido cuestionado por organismos humanitarios, ha conducido a “una enorme mejora en su seguridad”, dijo recientemente la alcaldesa, Nercy Montano.
“ZONA DE GUERRA”
Sobre la vía que dirige a La Campanera se encuentra la colonia Las Margaritas, históricamente controlada por la Mara Salvatrucha (MS-13), archienemiga de Barrio 18. En una de sus calles, al menos seis vehículos blindados y artillados de los militares vigilan el lugar.
“La orden es no dejar terroristas en todo Soyapango”, dijo a la AFP un soldado que prefirió no identificarse.
En los muros de Las Margaritas no se observan grafitis alusivos a las pandillas. Las señales con que estos grupos marcan lo que consideran sus territorios. Aquí fueron borrados por las autoridades. Mirna Polanco, una universitaria de 24 años, camina por la calle que conecta Las Margaritas y La Campanera. La joven recuerda que era “una zona de guerra” por los enfrentamientos a tiros que protagonizaban ambos grupos criminales.
“Todo eso se ha ido acabando y ojalá se mantenga así de aquí en adelante”, dice a la AFP mientras espera abordar un autobús.
“No nos vamos a ir de Soyapango hasta capturar al último pandillero”, señaló el ministro de Defensa, René Merino. N