¿A menudo te sientes aburrido en el trabajo o en la vida? ¿Quieres tener ese estado de ánimo con menos frecuencia? Si es así, ¿qué puedes hacer para que eso suceda? El aburrimiento tiene mala reputación, pero ¿realmente es tan malo?
Durante el último año encuestamos a cientos de personas y les preguntamos qué tan rápido tienden a aburrirse en un nuevo trabajo. En promedio, las personas tardan seis meses en comenzar a sentir aburrimiento. Sin embargo, las respuestas van desde dos semanas hasta “nunca”, lo que indica un alto nivel de variabilidad personal en lo que respecta a este estado de ánimo.
Aunque llegar a una definición precisa de aburrimiento es un tema de debate, la mayoría de los expertos están de acuerdo en puede definirse como un sentimiento adverso asociado con la falta de estimulación.
Es “buscar” estímulos y no encontrarlos. El aburrimiento suele ir acompañado de otros sentimientos, tanto positivos como negativos. Es tanto un sentimiento como un rasgo de personalidad, y la gravedad con la que lo experimentas tiene un gran impacto en los resultados que se asocian con él.
CREATIVIDAD VS. HASTÍO
El aburrimiento de leve a moderado puede fomentar una mayor creatividad, motivación para perseguir nuevos objetivos y buscar novedades, e incluso puede ser un catalizador para la reflexión y la relajación.
La Dra. Sandi Mann, quien ha estudiado extensamente el tema, también dice que tuvo un propósito evolutivo. “Como herramienta evolutiva, el aburrimiento probablemente fue invaluable, nos permitió dejar de prestar atención a estímulos que no eran ni peligrosos ni reforzadores, y dirigir nuestra atención a otros estímulos más valiosos.
“Cuando se aprovecha adecuadamente, puede ayudarnos a innovar, establecer nuevas prioridades e incluso potencialmente encontrar una mayor motivación”, añade la experta.
El aburrimiento profundo o crónico puede tener consecuencias negativas. Incluso se correlaciona con una muerte más temprana debido a que está asociado con niveles más altos de estrés y a comportamientos de riesgo.
El aburrimiento relacionado con el trabajo contribuye a la insatisfacción laboral. Una encuesta de Korn Ferry de 2021 encontró que era uno de los principales impulsores de la rotación de personal, junto con la adecuación cultural y las preocupaciones salariales.
Comprender los matices del aburrimiento puede ayudar a manejarlo, en el trabajo y en cualquier faceta de la vida.
NO TODO ABURRIMIENTO ES IGUAL
Un primer paso para manejar el aburrimiento es determinar el nivel que se está experimentando. Investigadores alemanes desarrollaron una escala útil para evaluar el valor emocional del aburrimiento.
La forma más leve es indiferente, a menudo acompañada de agradables sentimientos de relajación. Mientras, la más preocupante es reactiva, asociada con un aumento de la ira y la ansiedad.
Según la investigación, el aburrimiento indiferente o calibrador puede no requerir ninguna intervención, ya que estos niveles se sienten agradables y son fácilmente tolerables. En esta etapa se puede experimentar el aburrimiento de una manera calmada, no como un problema que necesita ser resuelto.
El aburrimiento inquisitivo es el nivel en el que se vuelve incómodo y empiezas a sentirte inquieto. En esta etapa se comienza a buscar activamente el alivio del sentimiento con formas para reducirlo.
ESCAPAR DEL FASTIDIO
El aburrimiento reactivo es el punto en el que te sientes fuertemente obligado a escapar del sentimiento, se caracteriza por ansiedad y, en algunos casos, agresión. Es posible que se requiera intervención y apoyo para manejar esta etapa.
También hay una quinta etapa llamada aburrimiento apático, que se describe como muy negativa, pero no asociada con estar excitado o ansioso. Está más estrechamente asociada con la depresión.
Si tu aburrimiento es crónico, agresivo o te orilla a tener comportamientos negativos, elabora un plan para sobrellevarlo. Centrarse en las tareas que estás realizando, en lugar del tiempo que lleva completarlas, puede ayudar.
Tomarse el tiempo o monitorear el progreso propio también hace que ciertas tareas sean más atractivas. Para tareas que requieren poca atención, que a menudo provocan aburrimiento en las personas, considera la “inmersión tangencial”. Las investigaciones demuestran que, si tu mente está inmersa en algo interesante, obtienes una ventaja al completar tareas que no requieren toda tu atención.
EL ABURRIMIENTO NO EXISTE EN UN VACÍO
Identificar las emociones que acompañan al aburrimiento te ayudará a evaluar mejor las necesidades subyacentes que no están satisfechas. Un estudio sugiere que el aburrimiento acompañado de sentimientos de frustración se correlaciona más con una falta de autonomía, al contrario del asociado con sentimientos de apatía o depresión.
Si te sientes aburrido y frustrado, en lugar de aburrido y deprimido, es una diferenciación que te dará pistas sobre cómo proceder. Es decir, encontrar más formas de afirmar más autonomía sobre tu situación, aunque solo sea en ciertos aspectos.
Aunado a esto, algunos problemas físicos a veces pueden aumentar el nivel de aburrimiento y reducir la motivación interna. Si experimentas fatiga o hambre junto con aburrimiento, la falta de sueño o ciertas preocupaciones dietéticas pueden ser factores.
Además, si logras identificar los factores ambientales o situacionales que se correlacionan con tu aburrimiento, puedes hacer ajustes para ayudar a aumentar la estimulación y reducir la sensación de aburrimiento.
QUIZÁS ERES TÚ (Y ESTÁ BIEN)
El aburrimiento no solo se estudia como un sentimiento, sino también como una característica. Sabemos que ciertas personas experimentan más aburrimiento que otras, por lo que cualquier conversación sobre el tema también debe tener en cuenta esta tendencia natural de las personas.
¿Tienes propensión al aburrimiento? Si tiendes a sentirte aburrido en el trabajo (independientemente del trabajo que sea), tal vez se trate menos del trabajo y más de ti. Pero ten en cuenta que, dependiendo de sus consecuencias, el aburrimiento no siempre es un problema.
NO TIENES QUE ABURRIRTE TANTO SI NO QUIERES
En última instancia, es importante no luchar contra el sentimiento. Todo el mundo se siente aburrido de vez en cuando. Cuando experimentas un aburrimiento leve, participar en una actividad que requiera poca concentración, como caminar, puede ayudarte a traducir ese sentimiento en bienestar y sacar provecho de tu creatividad.
No importa cuán emocionante pueda ser un trabajo, cada puesto tiene tareas mundanas que deben completarse. El aburrimiento de estas tareas monótonas a veces se puede aliviar agregando un sentido de urgencia o una capa adicional de complejidad para hacer que la tarea se vuelva más interesante.
Y, por último, hablar. Algunas personas pueden ser reacias a admitir que están aburridas, por temor a que las consideren perezosas o desmotivadas. Pero el aburrimiento es un problema común que casi todo el mundo ha experimentado.
Si crees que pueda ser útil, abre la conversación con quienes te rodean. Con el apoyo de otros, puedes dialogar sobre el estigma, evaluar la situación, mitigar problemas potenciales e, incluso, encontrar formas de beneficiarte del aburrimiento. N
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Katherine Connolly Baden es investigadora en comportamiento organizacional en Harvard Business School. Boris Groysberg es profesor Richard P. Chapman de Administración de Empresas en Harvard Business School. Heather Poco es científica de datos en Lead Insights. Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek.