Las mujeres y niñas indígenas se enfrentan a actos de violencia graves, sistemáticos y continuos que impregnan todos los aspectos de sus vidas. “Esta violencia tiene sus raíces en estructuras de poder patriarcales históricas y desiguales, el racismo, la exclusión y la marginación que permiten un legado de colonialismo”, dijo el martes la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra la mujer, Reem Alsalem.
Mientras que los perpetradores disfrutan de niveles alarmantes de impunidad, dijo Reem Alsalem en un informe al Consejo de Derechos Humanos en Ginebra.
“El nivel de impunidad del que disfrutan los perpetradores, tanto agentes estatales como no estatales, es alarmante. Y la escala y la gravedad de la violencia experimentada por las mujeres y niñas indígenas no se reflejan adecuadamente en la recopilación de datos, la legislación o las políticas públicas”, dijo Alsalem.
Aunque el derecho de las mujeres y niñas indígenas a estar libres de violencia está consagrado en el derecho internacional, esto no se ha materializado en medidas eficaces de prevención y protección por parte de los Estados.
El informe de Alsalem presenta una visión general de las principales causas y consecuencias de la violencia de género contra las mujeres y niñas indígenas.
LAGUNAS LEGALES Y ZONAS GRISES SOBRE RENDICIÓN DE CUENTAS
Destaca las buenas prácticas y los desafíos para su acceso a la justicia y a los servicios de apoyo. Las mujeres y niñas indígenas sufren discriminación sistémica en los sistemas de justicia indígenas y no indígenas. Se enfrentan a importantes barreras para acceder a la justicia, según el informe.
Por lo que pidió a los Estados revisar la interacción de las leyes entre el Estado nación y las comunidades indígenas para garantizar que se previniera la violencia.
El experto de la ONU advirtió que las lagunas legales y las zonas grises sobre la rendición de cuentas en materia de derechos humanos de los actores no estatales contribuyen a promover la violencia contra las mujeres y niñas indígenas.
“Donde se produce violencia, debe abordarse de manera efectiva para poner fin a la impunidad que existe por estos crímenes”, dijo Alsalem. “Esta violencia se produce con el pleno conocimiento y, a menudo, con el acuerdo tácito y el apoyo de los Estados”, dijo.
El informe proporciona recomendaciones para que los Estados y otras partes interesadas implementen reformas políticas y legales. Estas deben proteger el derecho de las mujeres y niñas indígenas a una vida libre de violencia.
“Las mujeres y niñas indígenas deben tener derecho a una participación plena, igualitaria y efectiva que vaya más allá de hablar de boquilla y las vea como actores resilientes en lugar de solo como sobrevivientes de la violencia”, dijo la relatora. N