Australia no impugnará la extradición a Estados Unidos del fundador de Wikileaks, Julian Assange. Aseguró que confía en el sistema judicial británico, de acuerdo con la declaración este jueves de un ministro del gobierno.
“Tenemos confianza en la independencia y la integridad del sistema judicial británico”, declaró el senador y ministro de Hacienda australiano, Simon Birmingham, a la televisión nacional ABC.
Un tribunal británico emitió el miércoles una orden formal para que el australiano Assange sea extraditado a Estados Unidos para enfrentar un juicio por la publicación de archivos secretos sobre las guerras en Irak y Afganistán.
De ser condenado, se expone a hasta 175 años de prisión. Tras la orden de la corte británica, los abogados de Assange tienen hasta el 18 de mayo para someter pedidos a la ministra británica del Interior, Priti Patel, quien tiene la última palabra sobre la extradición.
Birmingham destacó que Assange mantiene el derecho de apelar al máximo tribunal británico. A su vez dijo que Australia brindaría asistencia consular a su ciudadano detenido.
UNA GRAVE AMENAZA
Una coalición de 25 grupos de derechos humanos, como American Civil Liberties Union, Human Rights Watch y Reporteros Sin Frontera, impugnaron la extradición de Assange. Tras señalar que plantea una “grave amenaza a la libertad de prensa en Estados Unidos y el exterior”.
El australiano ha luchado por evitar la extradición desde hace más de una década. Se refugió en la embajada ecuatoriana de Londres en 2012 para no ser enviado a Suecia por acusaciones de asalto sexual.
Permanece detenido en la prisión londinense de alta seguridad Belmarsh desde 2019. La justicia estadounidense quiere juzgarlo por difundir a partir de 2010 más de 700.000 documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán.
Entre esos documentos figuraba un video que mostraba a civiles. Incluidos dos periodistas de la agencia Reuters, muertos por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.
Acusado de espionaje, de ser declarado culpable Assange puede ser condenado a 175 años de cárcel. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian este caso como un peligroso ataque a la libertad de prensa.
El gobierno estadounidense afirma, por su parte, que el australiano no es periodista sino pirata informático. Y que puso en peligro la vida de numerosos informantes al publicar documentos sin editar. N
Con información de AFP