La justicia británica emitió este miércoles la orden formal de entregar a Julian Assange a Estados Unidos. El fundador de WikiLeaks lleva diez años intentando evitar la extradición.
En marzo se le rechazó “el permiso para apelar”, este fue solicitado por los abogados del australiano, coordinados a nivel internacional por el exjuez español Baltasar Garzón. La Corte Suprema británica dictó que el caso fuese trasladado a la ministra del Interior, Priti Patel, que tiene la última palabra en toda extradición.
Eso fue precisamente lo que hizo el miércoles el juez Paul Goldspring durante una vista de apenas siete minutos en el tribunal de Magistrados de Westminster.
La defensa de Assange tendrá ahora hasta el 18 de mayo para presentar alegaciones a Patel, con la esperanza de que esta autorice un último recurso. O podrían intentar una nueva apelación sobre otros aspectos jurídicos del caso.
Vestido con chaqueta y corbata, el australiano apareció por vídeoconferencia desde la cárcel londinense de Belmash.
MANIFESTACIONES A FAVOR DE ASSANGE
En esa prisión está recluido desde su detención en abril de 2019 por la policía británica en la embajada de Ecuador en Londres. Esto después de que el entonces presidente Lenín Moreno le retirase la protección que le había concedido su predecesor Rafael Correa.
Violando las condiciones de su libertad condicional en el Reino Unido, el fundador de WikiLeaks se refugió en la legación ecuatoriana en 2012. El objetivo era evitar ser extraditado a Suecia por cargos de violación que después fueron abandonados.
Negando dichos cargos, ya entonces afirmó temer que todo fuese una estrategia para entregarlo a Estados Unidos.
Varias decenas de simpatizantes se manifestaron a las puertas del tribunal con pancartas que pedían “No extraditar a Assange”.
“Sin personas como Julian, nunca sabremos la verdad y nuestros gobiernos pueden pisotearnos mintiéndonos”, dijo a la AFP uno de ellos, Val, jubilada de 73 años que no quiso dar su apellido.
175 AÑOS DE CÁRCEL
La justicia estadounidense quiere juzgarlo por difundir a partir de 2010 más de 700.000 documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán.
Entre esos documentos figuraba un video que mostraba a civiles, incluidos dos periodistas de la agencia Reuters, muertos por disparos de un helicóptero de combate estadounidense en Irak en julio de 2007.
Acusado de espionaje, de ser declarado culpable Assange puede ser condenado a 175 años de cárcel. Las organizaciones de defensa de los derechos humanos denuncian este caso como un peligroso ataque a la libertad de prensa.
El gobierno estadounidense afirma, por su parte, que el australiano no es periodista sino pirata informático. Y que puso en peligro la vida de numerosos informantes al publicar documentos sin editar. N