Once miembros de la Rosgvárdia, la Guardia Nacional de Rusia, destacados en la República de Jakasia se negaron a participar en la guerra de Vladimir Putin por el control de Ucrania. De acuerdo con New Focus, medio noticioso con sede en dicha región del sur de Siberia, los soldados de Rusia manifestaron su decisión a un general de alto rango.
Los militares argumentaron que la Rosgvárdia es la Guardia Nacional de Rusia y que su función principal es mantener el orden en el país.
El informe del medio noticioso ruso agrega que los insurrectos fueron expulsados de un campamento fronterizo y devueltos a Jakasia. Ahí, el liderazgo de la Rosgvárdia declaró que “no eran aptos para desempeñar sus cargos”.
New Focus afirma que los 11 hombres están dispuestos a impugnar el dictamen del alto mando. Newsweek no ha podido verificar esta información de manera independiente.
A decir del medio noticioso, las fuerzas especiales acusan a las autoridades militares de impedir que el Kremlin reciba información real sobre las pérdidas castrenses en Ucrania. En específico, sobre la gran cantidad de efectivos siberianos fallecidos en el supuesto “operativo militar especial” de Putin.
De acuerdo con diversos relatos, las fuerzas especiales tienen órdenes de no revelar detalles de los combates librados diariamente en Ucrania. Y tampoco pueden referirse a la cantidad de heridos. Más aún, los soldados de Rusia tienen prohibido hablar del asunto incluso con sus familias.
LES TEMEN A LAS CONSECUENCIAS
New Focus agregó que las cifras eran “alarmantes” y que los 11 milicianos de Jakasia “temían” las consecuencias de incumplir las órdenes. Sobre todo, tras la baja de 12 guardias nacionales de Krasnodar, quienes se negaron a marchar a Ucrania y han presentado demandas por despido injustificado.
Mikhail Benyash, abogado ruso que ofreció defender a los 12 guardias destituidos, reveló que casi 1,000 personas se han puesto en contacto con su equipo.
En un artículo publicado el viernes 1 de abril, el Financial Times citó a Benyash asegurando que “muchos se niegan a combatir”.
En una declaración publicada en el servicio de mensajes Telegram, Pavel Chikhov —abogado especializado en derechos humanos— comentó al respecto que, el 25 de febrero, el capitán Farid Chitav y 11 de sus subordinados de la Rosgvárdia se negaron a invadir Ucrania con el argumento de que la orden era “ilegal”.
Chikhov prosiguió: “Ninguno fue informado del ‘operativo militar especial’ en territorio ucraniano, y tampoco sobre las condiciones y los objetivos de dicho operativo. En consecuencia, todos negaron su consentimiento”.
MUERTOS EN COMBATE
Por su parte, Meduza —un medio informativo independiente sito en Letonia— informó que, desde el inicio de la invasión rusa de Ucrania, el pasado 24 de febrero, han muerto en combate al menos siete miembros de la Rosgvárdia.
La semana pasada se viralizó el video de un grupo de enfurecidos soldados de Rusia que, tras recibir la orden de incursionar en cierta región ucraniana sin planificación clara por parte de Moscú, se quejaban de ni siquiera disponer de equipos.
Abundan los cálculos sobre las bajas rusas registradas hasta el momento. Entre ellos, el de los defensores de Kiev, quienes afirman haber abatido alrededor de 16,000 soldados rusos.
También se sabe que el ejército de Putin ha sufrido pérdidas significativas. Según una estimación de Kiev, las fuerzas ucranianas han cobrado las vidas de más de media docena de generales.
Newsweek envió una petición de comentarios al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, pero al momento de publicar este artículo no recibió respuesta. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)