Este miércoles 30 de marzo la policía de Washington, D. C. halló cinco fetos en la casa de Lauren Handy, activista antiaborto.
Según el comunicado del Departamento de la Policía Metropolitana de la capital de Estados Unidos, los agentes acudieron al domicilio luego de recibir un informe sobre “material biológico potencialmente peligroso”.
Durante el operativo, un reportero de la cadena televisiva WUSA-TV preguntó a Handy qué había en su casa, a lo que la activista antiaborto respondió: “El público se escandalizará cuando lo sepa”.
El comunicado oficial precisa que la Dirección de Medicina Forense de Washington había incautado los fetos y estaba investigando los hechos.
Un boletín de prensa del Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) informó que Handy, de 28 años, era una de las nueve manifestantes antiaborto acusadas, esta semana, de bloquear la entrada e invadir una clínica abortista en octubre de 2020.
CONSPIRÓ CONTRA UNA CLÍNICA
El auto de acusación agrega que Handy y los demás manifestantes “conspiraron para bloquear una clínica de salud reproductiva e impedir que proporcionara servicios a los pacientes”.
A tal fin, el boletín del DOJ detalla que las activistas antiaborto bloquearon las puertas con “sus cuerpos, muebles, cadenas y cuerdas”.
El Departamento agregó que, una vez implementado el bloqueo —del cual Handy fue cabecilla—, otro de los participantes compartió el incidente mediante una transmisión en vivo vía Facebook.
El comunicado agregó que, de hallarles culpables de los cargos de conspirar para violar los derechos de terceros e infringir la legislación FACE (siglas en inglés de Libertad de Acceso a Entradas de Clínicas), los acusados enfrentarían hasta 11 años de prisión con tres años de libertad supervisada, así como una multa de hasta 350,000 dólares.
Además del incidente de 2020, Handy está acusada de un delito grave por resistirse al arresto durante una manifestación en una clínica abortista de Michigan. Sin embargo, WUSA afirma que dicho cargo ha sido reducido a un delito menor. Según informes, la activista ha tomado parte de otras protestas en el área de Washington, D.C.
FUNDÓ LA ORGANIZACIÓN MERCY MISSIONS
Handy es fundadora de la organización antiabortista Mercy Missions. En 2017, en entrevista con la cadena televisiva religiosa Eternal Word Television Network, la activista reveló que había evitado cerca de 500 abortos.
Y agregó que, cuatro años antes, experimentó la “conversión de san Pablo” cuando otros antiabortistas la invitaron a orar frente a una clínica de salud reproductiva.
“Comprendí que no podía llevar una vida normal a sabiendas de que estaban matando bebés de manera sistemática”, manifestó a la cadena de televisión católica.
El hallazgo en su domicilio se produce justo cuando el aborto se convierte un tema que ocupa la atención pública. Y también cuando estados como Idaho y Kentucky están aprobando leyes que restringen mucho el acceso a dicho procedimiento médico.
El tema del aborto ha polarizado a los estadounidenses desde hace décadas, y algunos manifestantes llegan a extremos para expresar sus puntos de vista. Florida ha desatado gran controversia debido a un proyecto de ley que prohibiría el aborto después de las 15 semanas de gestación.
LEGISLACIÓN “CRUEL Y PELIGROSA”
En un informe al respecto, la organización Human Rights Watch calificó de “cruel y peligrosa” la legislación estatal que Ron DeSantis, gobernador republicano de Florida, aprobará en cualquier momento.
“Negar el aborto puede tener consecuencias graves y perdurables para la salud y el bienestar de una mujer gestante”, afirma el informe de Human Rights Watch.
“Impedir que las supervivientes de violencia tengan acceso al aborto es una forma de tortura. Es una medida cruel, inhumana y degradante bajo los principios de la legislación internacional sobre derechos humanos”, señala.
Ni Handy ni Mercy Missions respondieron a la petición de comentarios de Newsweek. N
(Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek)